GUERREROS MÍSTICOS

GUERREROS MÍSTICOS

jueves, 15 de junio de 2017

Capitulo 01



GOSAXIPE IRE
OXPARA








“Nadie ha conservado jamás largo tiempo un poder ejercido con la violencia”
SÉNECA.

“Ved un consejo que escuche cuando se lo daban a un joven: «Haz siempre lo que temías hacer»”
RALPH W. EMERSON.

“Tantos esclavos, tantos enemigos”
FESTO.



El crepúsculo se asomaba en el cielo, las estrellas brillaban solitarias pareciendo contentas de que la luna no eclipsara su brillo esa noche; Si uno se aventurara a visitar el pueblo de Oxpara se encontraría con un pueblo fantasma, casi desértico, las ventanas de todas las casas tapadas con tablones, las plantas de los balcones marchitas y descuidadas, los mismos barandales oxidados y colgando de las terrazas; los pocos árboles que quedaban no tenían ni una sola hoja, las paredes descuidadas, sin arreglar, algunas ya derrumbadas solo estaban tapadas con tablas mal puestas que dejaban pequeños huecos a la vista, para terminar este extraño cuadro, la mayoría de las puertas tenían una extraña estrella de siete picos pintada en la parte superior, las pocas casas que no la tenían estaban completamente destruidas como si un extraño fenómeno las hubiera arrancado desde los cimientos.
Los pocos habitantes que no habían huido, o al menos intentar hacerlo se encontraban encerrados en sus propias casas debido en parte por las bestias cercanas del bosque que los atacaban constantemente pero la razón principal era por el miedo que les tenían a los soldados que buscaban cualquier pretexto para multarlos, sacarles dinero y en caso de no pagar se les castigaba fuertemente e incluso se les quitaba la vida.
Todavía se recordaba al pueblo War Uwsuvordo, que haciendo acopio de toda su valentía solicitaron una audiencia con el nuevo Rey que para su sorpresa se las concedió.
– ¡LOS CIUDADANOS DE WAR UXSUVORDO, SU EXELENCIA! – las puertas se habían abierto y uno de los soldados anuncio la llegada de los elegidos para hablar por el pueblo.
Las cuatro personas caminaron todo derecho por una alfombra morada, con la cabeza agachada cuidando de no levantarla ya que corría el rumor de que había decapitado al último que se atrevió a mirarlo como un igual. Cabe aclarar que no por que el Rey fuera un tirano cruel descuidaba el esplendor que todo castillo debe de tener, si los elegidos del pueblo hubieran podido levantar la vista, habrían contemplado la magnificencia de la habitación, las paredes construidas de piedra que fueron traídas de un país lejano de oriente, de donde se decía que vivían los míticos glarruw. De un color blancuzco que reflejaba la luz que entraba por la única ventana situada arriba del trono con forma de estrella de seis picos, curiosamente la luz solo podía pasar por un pico cada hora. El trono situado sobre una plataforma lo suficientemente alta para que ninguna persona estuviera por encima de su ocupante por más alto que estuviera, en el trono había tres asientos, el de la izquierda de color ónix con tapizados cafés era de setenta pic[1] de altura, el de la derecha de color negro revestido en blanco era de cincuenta y cinco pic de alto, y el de en medio de uno color morado con tapizados morados relucía como por arte de magia de una forma que te era imposible no verlo, de un hue[2] de altura, a cada lado del trono se erigían dos estatuas de dos y medio hue de altura, ambas eran figuras de hermosas mujeres cubiertas del cuerpo por algo parecido a una sabana, lo más curioso de estos monumentos era que sus rostros no eran de personas, el de la derecha tenía la cabeza de un chacal mientras que el de la izquierda era de un hombre con una llama por cabello, ambas estatuas eran de color verde opaco, el techo de forma cónica tenía en su parte más alta una esfera que cambiaba de color dependiendo el humor del monarca, cuando nuestros embajadores llegaron a escasos seis hue del Rey, los soldados salieron de la habitación cerrando las puertas tras ellos, dejándolos solos en la gran sala con el Rey que ocupaba el asiento central, la esfera acababa de cambiar de un color celeste claro a uno gris oscuro, asustados con este cambio de ambiente, se detuvieron de inmediato temblando y sudando, el Rey vio complacido como el miedo transpiraba por ellos, el que parecía el líder de aquella comitiva dio un paso hacia enfrente, se arrodillo pegando la frente al suelo y desde esa posición empezó a hablar.
– Ssu ssu su majestad, mi no nombre es Gevhu, soy el Vu Vu Vusuwuxoru[3] del pueblo, le ruego que po por favor nos escu escuche por cinco exiraq[4], oh gran señor.
El Rey se quedo en silencio observándolos, su rostro en las sombras no permitía ver lo que pensaba si es que alguien se atreviera siquiera a verlo de reojo – Pero miserable Gevhu – dijo con una voz chillona y tétrica – si estas ante mi presencia es porque tienes esos cinco exiraq, ahora más vale que empieces con tus problemas ya que solo te quedan cuatro.
– Ssi si su maje… majestad, ve… vera, mi pu pueblo necesita de su ayuda, los mo mo monstruos atacan cada vez ma más seguido a nuestro pueblo y se se llevan lo poco que co cosechamos.
–  Ya veo – dijo el Rey – pero si mi memoria no me falla, hace más de dos uwuq[5] que no pagan el tributo.
– Pe pe pe pero mi Rey, los hombres cada vez son menos, las co cosechas no son muy buenas y los soldados se…
– Cuidado con lo que dices de mis soldados, villano.
–No, yo yo yo…
– Su majestad – una mujer joven de apenas quince wovu[6] se adelanto de la comitiva hablándole de frente – tiene que ayudarnos, yo se que tal vez no esté enterado pero sus soldados no nos apoyan, en vez de eso se la pasan acosándonos y nos encarcelan cuando les hacemos frente, por favor su majestad, le ruego a su buen corazón que se apiade de nuestro pobre pueblo.
– Vaya, vaya, una mujer hablándome de frente, es que acaso no sabes que a la mujeres no se les permite hablar frente a un hombre.
– Pero su majes…
– ¡SILENCIO! – El Rey no grito pero su voz sonó por toda la sala y por un pequeño momento la esfera despidió un color rojizo – las mujeres solo sirven para deleite de los hombres, que no aprendiste de tu reina.
– ¡Tú!, ¡maldito! – la chica se lanzo hacia el Rey ante la mirada atónita de sus compañeros pero antes de que llegara siquiera a seis pasos del Rey, este levanto su mano haciendo flotar a la chica  con las manos y los pies extendidos
– Mmjejejejeje, chiquilla tonta, acaso no conoces el poder de tu Rey.
Esa misma noche el pueblo de estas desdichadas personas ardió por completo sin que ni una pobre alma saliera con vida, al día siguiente a primera hora mando a colgar el cuerpo de las seis personas que habían perturbado su tranquilidad, al pie de estos un cartel para que se supiera el motivo de tal atrocidad, a si mismo mando un comunicado a cada uno de los pueblos que gobernaba.
POR DECRETO REAL SE LES COMUNICA QUE TODO PUEBLO QUE NO PAGUE SU DEBIDO TRIBUTO AL SOBERANO DEL REINO DE PAFU’C WIÑE QUE COMPRENDE LAS TIERRAS DE OXPORA, NOLOVA, EL BOSQUE LOHOW Y EL DESIERTO VOX, ASÍ COMO LOS CINCUENTA HOTIOPOS[7] DE TERRITORIO MARINO SERA DESPROVISTO DE LA PROTECCION DEL REY Y SUS SOLDADOS. NO IMPORTANDO SI SOLO SON DIEZ, CINCO O SOLO UN HABITANTE EL QUE QUEDE EN EL PUEBLO, EL TRIBUTO ES FIJO Y NO SE MODIFICA.
T. 2560 RONOKOS
Los habitantes quedaron asustados, temerosos, pero también incrédulos y furiosos ante la respuesta del Rey a sus problemas, por eso en tan desesperada situación decidieron reunirse para llegar a un acuerdo sobre la decisión que tomarían. Al caer la noche de la quinta luna de Suvve[8], dos hombres encapuchados caminaban por los oscuros pasillos de la ciudad.
– ¡Locos!, ¡Completamente locos!
– Lo sé, lo sé, pero si no vamos nos considerarían unos traidores.
– Si, pero ¿para qué les servirían un zapatero y un músico?
– No sé, pero tal vez si actu… – pero se detuvo en el instante y cogiendo a su compañero lo recargo sobre la pared – Shhh… escucho ruidos.
– Yo no escu… – pero guardo silencio al ver pasar dos guardias.
– Parece que ya se fueron, sigamos.
– Bien, parece que tu oído se mejoro.
– Si, el doctor hizo un buen trabajo – dijo dibujando una sonrisa forzada.
– ¿Todavía sueñas con eso?
– Ya casi no, pero…
– ¡Hey! ¡Ustedes! – un guardia se acerco corriendo hacia ellos que quedaron helados del susto – ¿Qué hacen afuera a estas horas?
– No no no noso nosot…
– Disculpe a mi amigo – dijo Roxe el músico – mi amigo Wope esta… bueno… como puede ver muy tomado, y lo estoy acompañando a su casa para que no vaya solo.
– No pregunte eso, por mi puede beberse todo el vegap del pueblo y daría lo mismo, pero deben hacerlo antes del toque de queda.
– Yo yo yo yo no no no… – tartamudeaba el zapatero mientras se limpiaba el sudor.
– Lo siento, por favor, se nos fue el tiempo, son los días warwep, anochece más temprano.
– Los días warwep, bah – hizo un ademan con la mano – si me dieran un ronoko por cada que me dicen eso, ya fuera un gose. Lo siento  caballeros, pero me van a tener que acompañar.
– ¿Acompañar? ¿A dónde?
– Eso no les incumbe, caminen.
Los tres caminaron hacia la dirección contraria a la que se dirigían los prisioneros, el guardia caminaba detrás de ellos, les indicaba el camino picándoles con la lanza y a gruñidos. Después de pasar varios edificios, los prisioneros se preocuparon mucho, ya que el guardia solo los dirigía por oscuros callejones en los que no se divisaba gente alrededor, y pareciera que no quería que los vieran ya que ocasionalmente los detenía, se adelantaba un poco, revisaba el camino y volvía con ellos, esto no sin antes amenazarlos con que si escapaban quemaría sus casas con todo y sus familias.
– ¿A dónde nos dirigimos? – pregunto Roxe después de un rato
– Silencio, eso no te incumbe.
– Según las leyes del tratado de…
– Calla estúpido, no me vengas con esas estupideces, los capturados después del toque de queda, así que no tienen derechos.
– Alto – El guardia los detuvo, los edificios se habían acabado y adelante se encontraba un campo desértico antes de llegar a los almacenes del muelle, el guardia camino con cuidado por el campo tratando de no ser visto, cuando llego a la mitad sonrió satisfecho y regreso a donde lo esperaban los prisionero pero antes de esto un grito lo detuvo, un par de guardias le llamaron, el se apresuro algo nervioso, al llegar a ellos empezaron a platicar tranquilamente, después pareció que algo los molesto y levantaron la voz para finalmente terminar riéndose, después de varios Weve[9] el guardia volvió con los prisioneros, este espero unos momentos y después les indico que siguieran rápido, así atravesaron casi corriendo hasta que llegaron a los almacenes del muelle, después volvía a indicarles el camino a través de señas y gruñidos.
Roxe y Wope se preocuparon mucho cuando se dieron cuenta de que caminaban al último edificio dentro de los muelles, ya que según los rumores decían que ahí era donde se llevaban a los prisioneros para “desaparecerlos”, cuando se detuvieron frente al almacén veintisiete sintieron pasar su vida delante de ellos, armándose de valor Roxe levanto la mano para abrir la puerta pero el guardia picándole con la lanza se lo impidió, contrariado pero aliviado volteo a verlo y este le señalo un árbol que estaba más allá, en los límites de los almacenes junto a una barda. Cuando llegaron al árbol, el guardia se adelanto y cogiendo una piedra que estaba en las raíces del árbol la lanzo por arriba de la barda, pasando apenas un wiwsave[10] regresaron la piedra de la barda, el guardia levanto otra piedra del árbol lanzándola nuevamente por encima de la barda, la misma respuesta no se hizo esperar, esta operación la realizo dos veces más, los prisioneros estaban confundidos, no sabían si el guardia estaba jugando o algo parecido pero Wope se dio cuenta de que las piedras que lanzaba el guardia eran de diferente color e igualmente las que le lanzaban del otro lado eran de distinto color – ¡Un código! – dijo sin querer, el guardia al oírlo volteo a verle sonriéndole, por último el guardia cogió dos piedras, azul y verde y las lanzo, muy orgulloso se retiro del árbol pero otra piedra le fue lanzada, el guardia confundido la cogió y la reviso – ¿Rosa? Pero qué demonios.
– ¿Escuchas eso? – Le pregunto Roxe a Wope – parecen risas.
El guardia algo enojado regreso al árbol y cogió un puñado de piedras lanzándolas por arriba de la barda, unos pequeños gritos no se hicieron esperar al otro lado de la barda e instantes después unos apenas imperceptibles ruidos se empezaron a escuchar provenientes del árbol, también despidió un pequeño brillo y una puerta se empezó a dibujar en el tronco de árbol, como si fuera un puente esta se abrió para los prisioneros y el guardia, este ultimo volvió a picarles con la lanza para que entraran a la puerta y así lo hicieron los tres, la oscuridad era total, solo alumbrada por pequeñas antorchas colocadas cada seis o siete hue, cuando los tres estuvieron  completamente dentro escucharon como la puerta atrás de ellos se cerraba.











[1] 1 pic = 2.79 centímetros
[2] 1 hue = 2.79 metros
[3]Alcalde o representante del pueblo en el que vive.
[4] 1 Exiraq = 72 segundos
[5] 1 uwuq = 22 días
[6] Wovu = 402 días. Un año.
[7] Hotiopo = 279 metros
[8] Suvve = Cuarto mes del año.
[9] 1 Weve = 5 Ronokos.
[10] 1 Wiwsave =1.5 segundos

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