GUERREROS MÍSTICOS

GUERREROS MÍSTICOS

domingo, 11 de junio de 2017

Capitulo 02


  
GOSAXIPE HEW
OJOS ROJOS








“La principal enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no se puede conocer”
BLAISE PASCAL.

“El dominio de sí mismo es el primer paso para el dominio de los demás”
ARTHUR STHAL.

“Disfruta de la vida. Hay mucho tiempo para estar muerto”
HANS CRISTIAN ANDERSEN.




<<Últimamente nadie ve hacia arriba; las nubes, el cielo, las estrellas; si lo hicieran aunque sea un poco sabrían lo que está pasando y no darían esas tontas teorías que esos pseudo científicos y brujos locos tanto dicen>> Pensaba un muchacho moreno de cabello rebelde y ojos negros, estaba parado en la horilla de la azotea de un edificio de siete pisos mirando las estrellas con las manos en los bolsillos del pantalón mientras su gabardina negra ondeaba con el viento – y ahora estas estúpidas nubes no me dejan mirar las estrellas, ¿cuánto tiene ya?, ¿seis, ocho semanas?, era lo único que me tranquilizaba y ahora, ¿qué hare?, las peleas empezaran dentro de poco y así como ando no me podre concentrar ‒. El chico cerró los ojos y respiro profundamente tratando de tranquilizarse, solo cerrando los ojos podía recordar ese día, hace seis semanas cuando todo comenzó.

– ¡Vamos insecto! – Gritaba un corpulento hombre calvo mientras golpeaba al muchacho de cabello rebelde mientras era sostenido por otros dos sujetos – Te creías superior, ¡Cómo te atreves a atacar nuestra base solo! ¡¡¡Maldito estúpido!!! – Termino rematándolo con ambas manos sobre el rostro del muchacho.

Los sujetos que lo sostenían lo soltaron y junto al calvo se dirigieron a la puerta del pequeño cuarto.

– Tan – dijo gimiendo el muchacho con una sonrisa mientras escupía sangre – Tan pronto te vas culo gordo.

El calvo encolerizado agarro una silla de metal y con todas sus fuerzas la dejo caer sobre el muchacho, pero antes de poder asestar el golpe, la puerta salio repelida golpeando al calvo.

– Vaya Jefe, es difícil de encontrar – Un hombre aun mas grande que el calvo estaba parado frente a la puerta, su cabello ligeramente largo estaba pintado de una variedad tan rara de colores, que no podías distinguir uno de otro – ¿sabe cuántas “bases” hemos destruido?

– Lo siento Mich ‒ se disculpo el muchacho ensangrentado – pero no me di cuenta de la hora.

– ¡Dejen de estar molestando! ‒ grito el calvo que se acababa de recomponer – ¡Creen que es una reunión social! – volvió a tomar la silla, pero esta vez se la aventó al gigante que acaba de aventar la silla. Pero antes de que pudiera siquiera evitar el golpe, la silla se detuvo a varios metros en el aire.

– Dejemos algo claro “Killer” – El muchacho que hasta hace solo unos minutos estaba sangrando en el piso, ya estaba levantado y sujetando la silla con una mano frente a su amigo – Una cosa es que me ataques a mí, pero otra muy distinta ‒ su voz se puso más seria y sus ojos cambiaron por un segundo haciendo retroceder a sus enemigos varios pasos ‒ ¡Es que ataques a mis amigos!

Haciendo gala de una sorprendente velocidad, el muchacho ataco a los dos sujetos que lo sostenían antes, al primero le golpeo con la silla en la cabeza haciéndolo arrodillar, acto seguido giro poniéndose a un lado golpeo con toda potencia la cara de su enemigo; soltando la silla, dio tres pasos hacia enfrente y con un rápido salto golpeo la cabeza del segundo enemigo con ambas plantas del pie, noqueándolo en el acto.
– I… Impo… Imposi… – Tartamudeaba el calvo ante el brutal y rápido ataque que sus hombres habían recibido – Pe… pe... pero si eras un debí… lucho.

– No te dejes engañar – respondió rápidamente Mich – nuestro jefe es un idiota…

– ¡Oye! – le interrumpió el muchacho.
– Vamos jefe, solo digo la verdad.
– Y yo te digo que tengas cuidad, puedo madrearte en más de diez formas distintas.
– Y de que otra manera le puedo llamar al jefe de una banda que se deja golpear por tres debiluchos.
– ¡¿Debiluchos?! – el calvo al oír esta palabra se abalanzo sobre sus oponentes poniendo todo su peso para aplastar al muchacho.
– ¡Epa! – El muchacho detuvo el corpulento cuerpo solo con la palma de su mano, acto seguido se agacho y con un potente puño golpeo en el abdomen al enemigo desmayándolo – no te has una idea equivocada Mich, mi madre me prohibió pelearme en todo el día, pero afortunadamente ya pasa de media noche.
Dando media el muchacho se dirigió junto con Mich a la salida, salieron por el largo pasillo y justo cuando estaban por salir del pasillo, el muchacho se detuvo en seco.
– ¿Qué pasa jefe? – pregunto Mich.
– Nada… solo… nada – Volvió a caminar pero apenas dio dos pasos se volvioa detener.
– Aaaaxxeeelllll... – se escucho susurrar una tétrica voz.
– El muchacho palideció de pronto, sus piernas temblaron y estuvo a punto de caer.
– ¿Jefe? ¿Qué?
– Pero el muchacho componiéndose corrió hacia donde provenía la voz, más que el asustarlo el hecho de escuchar su nombre, lo que realmente lo aterro fue la voz que lo dijo.
Metiéndose entre pasillos, cuartos y escaleras, Axel corrió por lo que le parecieron horas, podía escuchar su nombre susurrado segundo a segundo, paso a paso, pero cuando dio vuelta en el ultimo pasillo, la voz se detuvo, de pronto el silencio fue total, abrumador. Lentamente llevo su mano hacia su espalda y saco un cuchillo pequeño, se quedo quieto tratando de percibir cualquier sonido, cualquier sombra, sus ojos estaban escudriñando el lugar y sus sentidos estaban al máximo, pero nada, el salón estaba tan vacio como cuando entro en él. Sintiéndose tonto por su pequeña paranoia, guardo el cuchillo y se dispuso a salir, pero antes de dar siquiera el primer paso, una aura oscura cubrió el cuarto, la oscuridad se hizo aun más pesada, el silencio fue ensordecedor, Axel trato de moverse pero su cuerpo no le respondia, sintió como la muerte se acercaba lentamente por su espalda. Cuando sus fuerzas lo abandonaron, callo de rodillas preparado para su fin, pero unos hermosos y alegres ojos verdes vinieron a su mente << Gissell >>. Su pecho se lleno de calor al recordar a su amiga de la infancia, se mordió los labio y el dolor le permitió salir de aquel estado somnoliento, giro hacia la puerta, alejándose de aquella bestia que trataba de devorarlo pero a la vez lanzo un cuchillo hacia aquella dirección tratando de por milagro herir a su acechador. AL terminar aquella pirueta volteo hacia atrás pero no pudo distinguir nada, la oscuridad solo se había ido, a lo lejos pudo escuchar una tétrica pero conocida risa <<wiajajaja wiajajaja>> Como deseaba que solo fuera su imaginación, pero por un segundo pudo ver esos ojos rojos y ese rostro ensangrentado.
<< RING… RING… RING…>>
El sonido del teléfono lo saco de sus pensamientos, abriendo los ojos saco su teléfono del bolsillo y contesto.
− Aquí Axel.
− Hey, donde te has metido, la pelea es en media hora.
− Si ya lo sé, pero me estaba relajando un poco.
− ¿Dónde estás?
− Estoy en los edificios.
− ¿Los que fueron destruidos hace semanas por un rayo?, que acaso no has aprendido la lección.
− Vamos hombre, ya sabes lo que dicen, un rayo no cae dos veces en el mismo lugar, aparte este lugar me hace relajarme y darme determinación.
− ¿Determinación? Bah, solo llega a tiempo hoy es una pelea importante.
− Si, no te preocupes mucho, solo paso por unos hot dogs y te alcanzo.
− OK, te espero.


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