GUERREROS MÍSTICOS

GUERREROS MÍSTICOS

jueves, 15 de junio de 2017

Capitulo 01



GOSAXIPE IRE
OXPARA








“Nadie ha conservado jamás largo tiempo un poder ejercido con la violencia”
SÉNECA.

“Ved un consejo que escuche cuando se lo daban a un joven: «Haz siempre lo que temías hacer»”
RALPH W. EMERSON.

“Tantos esclavos, tantos enemigos”
FESTO.



El crepúsculo se asomaba en el cielo, las estrellas brillaban solitarias pareciendo contentas de que la luna no eclipsara su brillo esa noche; Si uno se aventurara a visitar el pueblo de Oxpara se encontraría con un pueblo fantasma, casi desértico, las ventanas de todas las casas tapadas con tablones, las plantas de los balcones marchitas y descuidadas, los mismos barandales oxidados y colgando de las terrazas; los pocos árboles que quedaban no tenían ni una sola hoja, las paredes descuidadas, sin arreglar, algunas ya derrumbadas solo estaban tapadas con tablas mal puestas que dejaban pequeños huecos a la vista, para terminar este extraño cuadro, la mayoría de las puertas tenían una extraña estrella de siete picos pintada en la parte superior, las pocas casas que no la tenían estaban completamente destruidas como si un extraño fenómeno las hubiera arrancado desde los cimientos.
Los pocos habitantes que no habían huido, o al menos intentar hacerlo se encontraban encerrados en sus propias casas debido en parte por las bestias cercanas del bosque que los atacaban constantemente pero la razón principal era por el miedo que les tenían a los soldados que buscaban cualquier pretexto para multarlos, sacarles dinero y en caso de no pagar se les castigaba fuertemente e incluso se les quitaba la vida.
Todavía se recordaba al pueblo War Uwsuvordo, que haciendo acopio de toda su valentía solicitaron una audiencia con el nuevo Rey que para su sorpresa se las concedió.
– ¡LOS CIUDADANOS DE WAR UXSUVORDO, SU EXELENCIA! – las puertas se habían abierto y uno de los soldados anuncio la llegada de los elegidos para hablar por el pueblo.
Las cuatro personas caminaron todo derecho por una alfombra morada, con la cabeza agachada cuidando de no levantarla ya que corría el rumor de que había decapitado al último que se atrevió a mirarlo como un igual. Cabe aclarar que no por que el Rey fuera un tirano cruel descuidaba el esplendor que todo castillo debe de tener, si los elegidos del pueblo hubieran podido levantar la vista, habrían contemplado la magnificencia de la habitación, las paredes construidas de piedra que fueron traídas de un país lejano de oriente, de donde se decía que vivían los míticos glarruw. De un color blancuzco que reflejaba la luz que entraba por la única ventana situada arriba del trono con forma de estrella de seis picos, curiosamente la luz solo podía pasar por un pico cada hora. El trono situado sobre una plataforma lo suficientemente alta para que ninguna persona estuviera por encima de su ocupante por más alto que estuviera, en el trono había tres asientos, el de la izquierda de color ónix con tapizados cafés era de setenta pic[1] de altura, el de la derecha de color negro revestido en blanco era de cincuenta y cinco pic de alto, y el de en medio de uno color morado con tapizados morados relucía como por arte de magia de una forma que te era imposible no verlo, de un hue[2] de altura, a cada lado del trono se erigían dos estatuas de dos y medio hue de altura, ambas eran figuras de hermosas mujeres cubiertas del cuerpo por algo parecido a una sabana, lo más curioso de estos monumentos era que sus rostros no eran de personas, el de la derecha tenía la cabeza de un chacal mientras que el de la izquierda era de un hombre con una llama por cabello, ambas estatuas eran de color verde opaco, el techo de forma cónica tenía en su parte más alta una esfera que cambiaba de color dependiendo el humor del monarca, cuando nuestros embajadores llegaron a escasos seis hue del Rey, los soldados salieron de la habitación cerrando las puertas tras ellos, dejándolos solos en la gran sala con el Rey que ocupaba el asiento central, la esfera acababa de cambiar de un color celeste claro a uno gris oscuro, asustados con este cambio de ambiente, se detuvieron de inmediato temblando y sudando, el Rey vio complacido como el miedo transpiraba por ellos, el que parecía el líder de aquella comitiva dio un paso hacia enfrente, se arrodillo pegando la frente al suelo y desde esa posición empezó a hablar.
– Ssu ssu su majestad, mi no nombre es Gevhu, soy el Vu Vu Vusuwuxoru[3] del pueblo, le ruego que po por favor nos escu escuche por cinco exiraq[4], oh gran señor.
El Rey se quedo en silencio observándolos, su rostro en las sombras no permitía ver lo que pensaba si es que alguien se atreviera siquiera a verlo de reojo – Pero miserable Gevhu – dijo con una voz chillona y tétrica – si estas ante mi presencia es porque tienes esos cinco exiraq, ahora más vale que empieces con tus problemas ya que solo te quedan cuatro.
– Ssi si su maje… majestad, ve… vera, mi pu pueblo necesita de su ayuda, los mo mo monstruos atacan cada vez ma más seguido a nuestro pueblo y se se llevan lo poco que co cosechamos.
–  Ya veo – dijo el Rey – pero si mi memoria no me falla, hace más de dos uwuq[5] que no pagan el tributo.
– Pe pe pe pero mi Rey, los hombres cada vez son menos, las co cosechas no son muy buenas y los soldados se…
– Cuidado con lo que dices de mis soldados, villano.
–No, yo yo yo…
– Su majestad – una mujer joven de apenas quince wovu[6] se adelanto de la comitiva hablándole de frente – tiene que ayudarnos, yo se que tal vez no esté enterado pero sus soldados no nos apoyan, en vez de eso se la pasan acosándonos y nos encarcelan cuando les hacemos frente, por favor su majestad, le ruego a su buen corazón que se apiade de nuestro pobre pueblo.
– Vaya, vaya, una mujer hablándome de frente, es que acaso no sabes que a la mujeres no se les permite hablar frente a un hombre.
– Pero su majes…
– ¡SILENCIO! – El Rey no grito pero su voz sonó por toda la sala y por un pequeño momento la esfera despidió un color rojizo – las mujeres solo sirven para deleite de los hombres, que no aprendiste de tu reina.
– ¡Tú!, ¡maldito! – la chica se lanzo hacia el Rey ante la mirada atónita de sus compañeros pero antes de que llegara siquiera a seis pasos del Rey, este levanto su mano haciendo flotar a la chica  con las manos y los pies extendidos
– Mmjejejejeje, chiquilla tonta, acaso no conoces el poder de tu Rey.
Esa misma noche el pueblo de estas desdichadas personas ardió por completo sin que ni una pobre alma saliera con vida, al día siguiente a primera hora mando a colgar el cuerpo de las seis personas que habían perturbado su tranquilidad, al pie de estos un cartel para que se supiera el motivo de tal atrocidad, a si mismo mando un comunicado a cada uno de los pueblos que gobernaba.
POR DECRETO REAL SE LES COMUNICA QUE TODO PUEBLO QUE NO PAGUE SU DEBIDO TRIBUTO AL SOBERANO DEL REINO DE PAFU’C WIÑE QUE COMPRENDE LAS TIERRAS DE OXPORA, NOLOVA, EL BOSQUE LOHOW Y EL DESIERTO VOX, ASÍ COMO LOS CINCUENTA HOTIOPOS[7] DE TERRITORIO MARINO SERA DESPROVISTO DE LA PROTECCION DEL REY Y SUS SOLDADOS. NO IMPORTANDO SI SOLO SON DIEZ, CINCO O SOLO UN HABITANTE EL QUE QUEDE EN EL PUEBLO, EL TRIBUTO ES FIJO Y NO SE MODIFICA.
T. 2560 RONOKOS
Los habitantes quedaron asustados, temerosos, pero también incrédulos y furiosos ante la respuesta del Rey a sus problemas, por eso en tan desesperada situación decidieron reunirse para llegar a un acuerdo sobre la decisión que tomarían. Al caer la noche de la quinta luna de Suvve[8], dos hombres encapuchados caminaban por los oscuros pasillos de la ciudad.
– ¡Locos!, ¡Completamente locos!
– Lo sé, lo sé, pero si no vamos nos considerarían unos traidores.
– Si, pero ¿para qué les servirían un zapatero y un músico?
– No sé, pero tal vez si actu… – pero se detuvo en el instante y cogiendo a su compañero lo recargo sobre la pared – Shhh… escucho ruidos.
– Yo no escu… – pero guardo silencio al ver pasar dos guardias.
– Parece que ya se fueron, sigamos.
– Bien, parece que tu oído se mejoro.
– Si, el doctor hizo un buen trabajo – dijo dibujando una sonrisa forzada.
– ¿Todavía sueñas con eso?
– Ya casi no, pero…
– ¡Hey! ¡Ustedes! – un guardia se acerco corriendo hacia ellos que quedaron helados del susto – ¿Qué hacen afuera a estas horas?
– No no no noso nosot…
– Disculpe a mi amigo – dijo Roxe el músico – mi amigo Wope esta… bueno… como puede ver muy tomado, y lo estoy acompañando a su casa para que no vaya solo.
– No pregunte eso, por mi puede beberse todo el vegap del pueblo y daría lo mismo, pero deben hacerlo antes del toque de queda.
– Yo yo yo yo no no no… – tartamudeaba el zapatero mientras se limpiaba el sudor.
– Lo siento, por favor, se nos fue el tiempo, son los días warwep, anochece más temprano.
– Los días warwep, bah – hizo un ademan con la mano – si me dieran un ronoko por cada que me dicen eso, ya fuera un gose. Lo siento  caballeros, pero me van a tener que acompañar.
– ¿Acompañar? ¿A dónde?
– Eso no les incumbe, caminen.
Los tres caminaron hacia la dirección contraria a la que se dirigían los prisioneros, el guardia caminaba detrás de ellos, les indicaba el camino picándoles con la lanza y a gruñidos. Después de pasar varios edificios, los prisioneros se preocuparon mucho, ya que el guardia solo los dirigía por oscuros callejones en los que no se divisaba gente alrededor, y pareciera que no quería que los vieran ya que ocasionalmente los detenía, se adelantaba un poco, revisaba el camino y volvía con ellos, esto no sin antes amenazarlos con que si escapaban quemaría sus casas con todo y sus familias.
– ¿A dónde nos dirigimos? – pregunto Roxe después de un rato
– Silencio, eso no te incumbe.
– Según las leyes del tratado de…
– Calla estúpido, no me vengas con esas estupideces, los capturados después del toque de queda, así que no tienen derechos.
– Alto – El guardia los detuvo, los edificios se habían acabado y adelante se encontraba un campo desértico antes de llegar a los almacenes del muelle, el guardia camino con cuidado por el campo tratando de no ser visto, cuando llego a la mitad sonrió satisfecho y regreso a donde lo esperaban los prisionero pero antes de esto un grito lo detuvo, un par de guardias le llamaron, el se apresuro algo nervioso, al llegar a ellos empezaron a platicar tranquilamente, después pareció que algo los molesto y levantaron la voz para finalmente terminar riéndose, después de varios Weve[9] el guardia volvió con los prisioneros, este espero unos momentos y después les indico que siguieran rápido, así atravesaron casi corriendo hasta que llegaron a los almacenes del muelle, después volvía a indicarles el camino a través de señas y gruñidos.
Roxe y Wope se preocuparon mucho cuando se dieron cuenta de que caminaban al último edificio dentro de los muelles, ya que según los rumores decían que ahí era donde se llevaban a los prisioneros para “desaparecerlos”, cuando se detuvieron frente al almacén veintisiete sintieron pasar su vida delante de ellos, armándose de valor Roxe levanto la mano para abrir la puerta pero el guardia picándole con la lanza se lo impidió, contrariado pero aliviado volteo a verlo y este le señalo un árbol que estaba más allá, en los límites de los almacenes junto a una barda. Cuando llegaron al árbol, el guardia se adelanto y cogiendo una piedra que estaba en las raíces del árbol la lanzo por arriba de la barda, pasando apenas un wiwsave[10] regresaron la piedra de la barda, el guardia levanto otra piedra del árbol lanzándola nuevamente por encima de la barda, la misma respuesta no se hizo esperar, esta operación la realizo dos veces más, los prisioneros estaban confundidos, no sabían si el guardia estaba jugando o algo parecido pero Wope se dio cuenta de que las piedras que lanzaba el guardia eran de diferente color e igualmente las que le lanzaban del otro lado eran de distinto color – ¡Un código! – dijo sin querer, el guardia al oírlo volteo a verle sonriéndole, por último el guardia cogió dos piedras, azul y verde y las lanzo, muy orgulloso se retiro del árbol pero otra piedra le fue lanzada, el guardia confundido la cogió y la reviso – ¿Rosa? Pero qué demonios.
– ¿Escuchas eso? – Le pregunto Roxe a Wope – parecen risas.
El guardia algo enojado regreso al árbol y cogió un puñado de piedras lanzándolas por arriba de la barda, unos pequeños gritos no se hicieron esperar al otro lado de la barda e instantes después unos apenas imperceptibles ruidos se empezaron a escuchar provenientes del árbol, también despidió un pequeño brillo y una puerta se empezó a dibujar en el tronco de árbol, como si fuera un puente esta se abrió para los prisioneros y el guardia, este ultimo volvió a picarles con la lanza para que entraran a la puerta y así lo hicieron los tres, la oscuridad era total, solo alumbrada por pequeñas antorchas colocadas cada seis o siete hue, cuando los tres estuvieron  completamente dentro escucharon como la puerta atrás de ellos se cerraba.











[1] 1 pic = 2.79 centímetros
[2] 1 hue = 2.79 metros
[3]Alcalde o representante del pueblo en el que vive.
[4] 1 Exiraq = 72 segundos
[5] 1 uwuq = 22 días
[6] Wovu = 402 días. Un año.
[7] Hotiopo = 279 metros
[8] Suvve = Cuarto mes del año.
[9] 1 Weve = 5 Ronokos.
[10] 1 Wiwsave =1.5 segundos

domingo, 11 de junio de 2017

Capitulo 02


  
GOSAXIPE HEW
OJOS ROJOS








“La principal enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no se puede conocer”
BLAISE PASCAL.

“El dominio de sí mismo es el primer paso para el dominio de los demás”
ARTHUR STHAL.

“Disfruta de la vida. Hay mucho tiempo para estar muerto”
HANS CRISTIAN ANDERSEN.




<<Últimamente nadie ve hacia arriba; las nubes, el cielo, las estrellas; si lo hicieran aunque sea un poco sabrían lo que está pasando y no darían esas tontas teorías que esos pseudo científicos y brujos locos tanto dicen>> Pensaba un muchacho moreno de cabello rebelde y ojos negros, estaba parado en la horilla de la azotea de un edificio de siete pisos mirando las estrellas con las manos en los bolsillos del pantalón mientras su gabardina negra ondeaba con el viento – y ahora estas estúpidas nubes no me dejan mirar las estrellas, ¿cuánto tiene ya?, ¿seis, ocho semanas?, era lo único que me tranquilizaba y ahora, ¿qué hare?, las peleas empezaran dentro de poco y así como ando no me podre concentrar ‒. El chico cerró los ojos y respiro profundamente tratando de tranquilizarse, solo cerrando los ojos podía recordar ese día, hace seis semanas cuando todo comenzó.

– ¡Vamos insecto! – Gritaba un corpulento hombre calvo mientras golpeaba al muchacho de cabello rebelde mientras era sostenido por otros dos sujetos – Te creías superior, ¡Cómo te atreves a atacar nuestra base solo! ¡¡¡Maldito estúpido!!! – Termino rematándolo con ambas manos sobre el rostro del muchacho.

Los sujetos que lo sostenían lo soltaron y junto al calvo se dirigieron a la puerta del pequeño cuarto.

– Tan – dijo gimiendo el muchacho con una sonrisa mientras escupía sangre – Tan pronto te vas culo gordo.

El calvo encolerizado agarro una silla de metal y con todas sus fuerzas la dejo caer sobre el muchacho, pero antes de poder asestar el golpe, la puerta salio repelida golpeando al calvo.

– Vaya Jefe, es difícil de encontrar – Un hombre aun mas grande que el calvo estaba parado frente a la puerta, su cabello ligeramente largo estaba pintado de una variedad tan rara de colores, que no podías distinguir uno de otro – ¿sabe cuántas “bases” hemos destruido?

– Lo siento Mich ‒ se disculpo el muchacho ensangrentado – pero no me di cuenta de la hora.

– ¡Dejen de estar molestando! ‒ grito el calvo que se acababa de recomponer – ¡Creen que es una reunión social! – volvió a tomar la silla, pero esta vez se la aventó al gigante que acaba de aventar la silla. Pero antes de que pudiera siquiera evitar el golpe, la silla se detuvo a varios metros en el aire.

– Dejemos algo claro “Killer” – El muchacho que hasta hace solo unos minutos estaba sangrando en el piso, ya estaba levantado y sujetando la silla con una mano frente a su amigo – Una cosa es que me ataques a mí, pero otra muy distinta ‒ su voz se puso más seria y sus ojos cambiaron por un segundo haciendo retroceder a sus enemigos varios pasos ‒ ¡Es que ataques a mis amigos!

Haciendo gala de una sorprendente velocidad, el muchacho ataco a los dos sujetos que lo sostenían antes, al primero le golpeo con la silla en la cabeza haciéndolo arrodillar, acto seguido giro poniéndose a un lado golpeo con toda potencia la cara de su enemigo; soltando la silla, dio tres pasos hacia enfrente y con un rápido salto golpeo la cabeza del segundo enemigo con ambas plantas del pie, noqueándolo en el acto.
– I… Impo… Imposi… – Tartamudeaba el calvo ante el brutal y rápido ataque que sus hombres habían recibido – Pe… pe... pero si eras un debí… lucho.

– No te dejes engañar – respondió rápidamente Mich – nuestro jefe es un idiota…

– ¡Oye! – le interrumpió el muchacho.
– Vamos jefe, solo digo la verdad.
– Y yo te digo que tengas cuidad, puedo madrearte en más de diez formas distintas.
– Y de que otra manera le puedo llamar al jefe de una banda que se deja golpear por tres debiluchos.
– ¡¿Debiluchos?! – el calvo al oír esta palabra se abalanzo sobre sus oponentes poniendo todo su peso para aplastar al muchacho.
– ¡Epa! – El muchacho detuvo el corpulento cuerpo solo con la palma de su mano, acto seguido se agacho y con un potente puño golpeo en el abdomen al enemigo desmayándolo – no te has una idea equivocada Mich, mi madre me prohibió pelearme en todo el día, pero afortunadamente ya pasa de media noche.
Dando media el muchacho se dirigió junto con Mich a la salida, salieron por el largo pasillo y justo cuando estaban por salir del pasillo, el muchacho se detuvo en seco.
– ¿Qué pasa jefe? – pregunto Mich.
– Nada… solo… nada – Volvió a caminar pero apenas dio dos pasos se volvioa detener.
– Aaaaxxeeelllll... – se escucho susurrar una tétrica voz.
– El muchacho palideció de pronto, sus piernas temblaron y estuvo a punto de caer.
– ¿Jefe? ¿Qué?
– Pero el muchacho componiéndose corrió hacia donde provenía la voz, más que el asustarlo el hecho de escuchar su nombre, lo que realmente lo aterro fue la voz que lo dijo.
Metiéndose entre pasillos, cuartos y escaleras, Axel corrió por lo que le parecieron horas, podía escuchar su nombre susurrado segundo a segundo, paso a paso, pero cuando dio vuelta en el ultimo pasillo, la voz se detuvo, de pronto el silencio fue total, abrumador. Lentamente llevo su mano hacia su espalda y saco un cuchillo pequeño, se quedo quieto tratando de percibir cualquier sonido, cualquier sombra, sus ojos estaban escudriñando el lugar y sus sentidos estaban al máximo, pero nada, el salón estaba tan vacio como cuando entro en él. Sintiéndose tonto por su pequeña paranoia, guardo el cuchillo y se dispuso a salir, pero antes de dar siquiera el primer paso, una aura oscura cubrió el cuarto, la oscuridad se hizo aun más pesada, el silencio fue ensordecedor, Axel trato de moverse pero su cuerpo no le respondia, sintió como la muerte se acercaba lentamente por su espalda. Cuando sus fuerzas lo abandonaron, callo de rodillas preparado para su fin, pero unos hermosos y alegres ojos verdes vinieron a su mente << Gissell >>. Su pecho se lleno de calor al recordar a su amiga de la infancia, se mordió los labio y el dolor le permitió salir de aquel estado somnoliento, giro hacia la puerta, alejándose de aquella bestia que trataba de devorarlo pero a la vez lanzo un cuchillo hacia aquella dirección tratando de por milagro herir a su acechador. AL terminar aquella pirueta volteo hacia atrás pero no pudo distinguir nada, la oscuridad solo se había ido, a lo lejos pudo escuchar una tétrica pero conocida risa <<wiajajaja wiajajaja>> Como deseaba que solo fuera su imaginación, pero por un segundo pudo ver esos ojos rojos y ese rostro ensangrentado.
<< RING… RING… RING…>>
El sonido del teléfono lo saco de sus pensamientos, abriendo los ojos saco su teléfono del bolsillo y contesto.
− Aquí Axel.
− Hey, donde te has metido, la pelea es en media hora.
− Si ya lo sé, pero me estaba relajando un poco.
− ¿Dónde estás?
− Estoy en los edificios.
− ¿Los que fueron destruidos hace semanas por un rayo?, que acaso no has aprendido la lección.
− Vamos hombre, ya sabes lo que dicen, un rayo no cae dos veces en el mismo lugar, aparte este lugar me hace relajarme y darme determinación.
− ¿Determinación? Bah, solo llega a tiempo hoy es una pelea importante.
− Si, no te preocupes mucho, solo paso por unos hot dogs y te alcanzo.
− OK, te espero.


sábado, 10 de junio de 2017

Capitulo 03


GOSAXIPE XU
ABORDANDO









“Te tengo una gran admiración, por eso te tengo en mi corazón”
DESCONOCIDO.

“Viajar para conocer, es algo realmente provechoso y cultural”
SARAI WOLF.




Una joven muchacha pelirroja con sombrero café, dos trenzas que le sobresalían a los lados y con unas anteojos rojos corría por entre la multitud, llevaba una mochila en la espalda y una hoja levantada en la mano izquierda, se abrió paso por entre la gente pero debido a su pequeño cuerpo le resulto difícil, después de angustiosos minutos en los que creía no llegar a tiempo pudo pasar por fin al frente de la multitud – ¡Aníbal, Aníbal! – gritaba la muchacha al acercarse corriendo a un barco, estaba a punto de subir por el puente cuando dos hombres la detuvieron.
– Excuse me miss, your tickets please.
– Eh ... I ... I have, my partner is on board, has the tickets.
– Sorry, no tickets. Can’t pass.
– But sir, I have to climb on board ... ANÍBAL! ANÍBAL! – Gritaba.
– Excuse me miss, must stand aside, allow other people.
– Pero… yo… no… yo quería ir – término derrumbándose en el piso, arrodillada con las manos en la cara llorando, las personas simplemente la miraban con curiosidad pasando de largo.
– ¿Que pasa pequeña? – Dijo un anciano poniéndole la mano en un hombro – ¿Por qué lloras?
– Es *snif* que *snif* – dijo entre sollozos – mis *snif* amigos están *snif* en el barco y no *snif* me dejan subir.
– No te preocupes pequeña, ven conmigo, te ayudare a subir.
– ¿De *snif* verdad?
– Por supuesto, veras… este viaje lo emprendería con mi nieta pero a último momento no pudo asistir, así que tengo un boleto extra ¿Qué dices? – dijo con una amable sonrisa.
– ¡¡¡Que si!!! – Dijo poniéndose de pie de un salto pero enseguida agacho la cabeza de nuevo – no… no tengo dinero suficiente para pagárselo.
– Pero criatura – dijo en un tono tierno – ¿Quién te dijo que te lo estaba cobrando?, si no te lo doy, igualmente ya no servirá después, es mejor aprovecharlo… Y además – dijo más alegre – estoy seguro que allá arriba – señalo el crucero – te está esperando alguien muy especial.
– Si – dijo ruborizándose – alguien muy especial.
La chica se limpio los ojos y siguió al amable señor de nuevo al puente, aunque ahora no tenia que atravesar gente porque parecía que por donde caminaba el anciano los demás se quitaban, la chica no le dio importancia y lo siguió.
Al llegar al puente ella se percato de una cosa, no le había dicho su nombre y si investigaban verían que no son parientes pero si ahora lo comentaba, los oficiales le escucharían.
– Your ticket please.
– Aquí tiene.
– Gracias – dijo tomando los boletos– Oh, veo que eres tú de nuevo.
– Si – dijo el anciano – ni nieta ya me comento que quiso subir al barco pensando que yo estaba arriba, mis disculpas, está un poco loquita – este comentario provoco que chica se pusiera roja de la cara, los oficiales como que dudaron y le pidieron sus papeles.
– ¿Los pasaportes? – La chica sintió un nudo en el estomago, todo estaba perdido y posiblemente los encerrarían mientras investigaban y el barco se iría, <<Aníbal se iría>>
– Ah, sí, un momento por favor – el anciano saco los boletos y su pasaporte, sonriéndole a la chica le indico que hiciera lo mismo.
– Pero yo… yo…
– Vamos querida – le sonrió – no le hagas perder más su tiempo a estos amables señores.
La chica no sabía qué hacer, en verdad el amable anciano no se daba cuenta del enorme peligro que suponía darle su pasaporte, como estaban las cosas en la actualidad los podían acusar de suplantar identidad o aun peor, ¡de terrorismo!, pero por más que quería explicárselo no hallaba la forma, volteo hacia él y al verlo en los ojos por un momento sus dudas se despejaron, era como si le trasmitiera un estado de paz y tranquilidad, era un sentido muy conocido, como el que trasmitía “él”, inconscientemente saco su pasaporte y se lo entrego al oficial.
– Mmm… bien, todo parece en orden – el oficial cogió el pasaporte y lo comparo con el del anciano – aunque… ¿dice que es su nieta?
– Si, es hija de mi hija, tal vez los apellidos no concuerden, pero puede ver que somos muy parecidos – dijo sonriendo y abrasando a Melis
– He… si claro, tome – le devolvió los pasaportes – Bon voyage!
Los dos subieron por el puente al barco, cuando Melis paso junto al guardia volteo, le enseño la lengua y se echo a correr, el guardia entre cerró los ojos pero el anciano que iba detrás poso su mano sobre el brazo del guardia – disculpe a mi nieta, es algo infantil – el guardia le sonrió y asintió con la cabeza, Melis corrió hasta estar en el barco, volteo a todas partes buscando, después de unos segundos a diez metros a su derecha encontró al chico que buscaba, levanto su mano derecha y se disponía a gritarle cuando alguien le agarro el hombro.
– Bien, querida, creo que aquí nos separamos.
– No, gracias a usted pude subir, en estos días que estaremos en el barco quisiera agradecerle de algún modo, dígame, en que habitación esta.
– En la setenta y siete pero no te preocupes, no tienes que agradecer nada… bueno si… hay una forma… en cinco días es mi cumpleaños y tenía planeado pasarla con mi nieta pero como ya sabes no pudo venir así que me encantaría que vinieras con tus amigos.
– Claro, me encantaría y Aníbal no creo que ponga inconvenientes.
– Bueno, los estaré esperando a las ocho en de la mañana, entre mas sean, mejor, ah por cierto, toma – el anciano le enseño una mochila negra – no la andes dejando donde quiera, es muy importante – y con una sonrisa se la entrego.
– ¿Qué? ¿Cuándo?
– ¿Melis? ¿Eres tú? – Una mano le agarro por el hombro provocando que se diera la vuelta, esta al ver a la persona que le había interrumpido casi salta de gusto.
– ¡ANÍBAL! ¡Eres tú! – Melis se abalanzo sobre el chico y le abrazo. Aníbal, un chico flacucho, alto, de cabello revuelto y de lentes redondos después de unos segundos le intento separar.
– Melis, también me alegra verte pero debemos movernos, estamos en medio de la pasada – Melis se separo de él y volteo a los lados, la gente estaba parada entre ellos, mirándolos, como no sabiendo si decirles algo o no.
–Oh, perdón – tomo su mochila y se apartaron, caminaron unos pasos pero chica se paró de pronto – ¡El anciano! –. Melis regreso corriendo, volteo a todas partes pero no lo vio, Aníbal corrió tras ella.
– ¿Qué te pasa?, ¿Olvidaste algo?
– No… un señor, un anciano muy amable me ayudo a subir.
– ¿Cómo? Yo tengo tu boleto.
– Si, fue muy raro, déjame te cuento.

viernes, 9 de junio de 2017

Capitulo 04



GOSAXIPE GIRE
AMIGAS









“Es verdad que cuando dos amigas se encuentran no hay final, pero si quitas esa amistad te arrepentirás”
KINDY.

“Tal vez no tenga sentido vivir, pero si sigues vivo puedes encontrar muchas cosas interesantes. Igual que has encontrado esta flor. Igual que te he encontrado a ti”
OROCHIMARU
NARUTO.



– No puede ser, es tan tarde – una joven chica corría por una carretera con una mochila en la espalda – no puedo llegar tarde el primer día, ¡ya se! – volteo hacia atrás – perfecto, no viene nadie – en la próxima curva salto hacia un lado, cayó en un terreno con el zacate tan alto que le cubría todo el cuerpo, en unos segundos salió de ahí pero ahora traía cubierta por completo la cabeza con una bufanda violeta, incremento la velocidad, y los saltos que daba ya no parecían humanos, tan ágil como una gacela fue atravesando el campo, una cerca de casi tres metros dividía el terreno próximo, de un hábil y gracioso salto giro en el aire dejando atrás aquel bloqueo, cayó con gracia y siguió corriendo, de pronto salieron  tres perros doberman, dos por su derecha y uno por su izquierda, ella volteo a verlos y sonrió por debajo de la bufanda <<Por fin, algo de ejercicio>>, siguió corriendo pero ahora en forma se zigzag, los perros sin embargo la siguieron sin problema, un tronco caído se alzaba frente a ella, imprimo un poco mas de velocidad y lo esquivo con otro gracioso salto, sin embargo, al caer un pequeño agujero en el piso la hizo trastabillar, los perros que la seguían ya con problemas aprovecharon que su presa se alentó para atacar, el que iba por la izquierda se lanzo para morderla, ella que ya estaba cayendo con su mano derecha levanto todo su cuerpo esquivando el primero mordido, los otros dos se abalanzaron sobre ella que se había quedado inmóvil pero doblando su brazo tomo impulso y salto para esquivarlos nuevamente cayendo a un par de metros,  los perros confundidos por la agilidad de su presa volvieron a atacar con mas furia, ella sonrió de nuevo y siguió corriendo, aprovechando otro tronco caído se impulso para llegar a un árbol cerca y colgarse de una rama, se subió a esta para saltar hacia otro árbol, después de cuatro o cinco arboles salto hacia el techo de una casa y giro en el aire cayendo perfectamente sobre el piso, creyendo que había perdido a los perros reviso que no le faltara nada pero de pronto sintió una presencia con sed de sangre acercándose a ella, se quedo inmóvil, en silencio y sintió que ese ser se abalanzaba sobre ella, esta dio un paso hacia atrás, se agacho poniendo su rodilla izquierda en el piso, levantando su mano derecha lo agarro por el cuello y lo tiro al piso, con su mano izquierda saco un cuchillo de su mochila y estuvo a punto de clavárselo – ¡ Zǔzhòu! – Dijo sorprendida al ver a uno de los perros que la perseguían, guardo rápidamente su cuchillo, le dio un beso en la nariz  y siguió corriendo al ver a los dos perros restantes que salían de unos arbustos – me falta entrenamiento – dijo antes de saltar otra cerca idéntica a la anterior.
*****
– A continuación veremos el diodo zener– recitaba un profesor – como ya vimos anteriormente el diodo es un semiconductor que deja pasar la corriente en un solo sentido, es decir, cuando se conecta directamente deja circular la corriente y cuando se conecta inversamente no le permite el paso, ahora el diodo zener…
<< Toc – Toc >>
– Disculpe profesor – interrumpió una mujer de unos veintiocho años muy hermosa con el cabello recogido.
– Si, dígame Claudia – dijo el profesor acercándose a ella – en que puedo servirle.
– Si, vera – se ruborizo la maestra al verlo de cerca – se que estamos en medio semestre pero la directora ha permitido la entrada a un nuevo alumno, es decir a esta señorita – termino haciendo un ademan para presentar a una chica con ligeros rasgos orientales, el cabello negro con rayos azules y verdes recogido en coleta, unos lentes de cristal con armazón negro, en sus brazos llevaba varias pulseras, en especial en su brazo izquierdo una pulsera con ocho cristales de colores diferentes y una mochila café colgándole al lado en forma de bolso.
– Oh, vaya, sí que es raro… pero no importa, pasa, pasa – se acerco hasta estar a un paso de la maestra – Claudia, yo… – pero la maestra se llevo disimuladamente un dedo a los labios – después Memo... después… – el profesor sonrió y volvió con la estudiante a la vez que la maestra Claudia se retiraba – bueno… bien, en que estábamos… ah sí, porque no te presentas con el grupo – dijo sonriéndole a la chica, esta le contesto la sonrisa y luego volteo hacia los demás alumnos.
– Ni hao, mi nombre es Carla Amira, nací aquí en matamoros, de padre Mexicano y madre China, a los tres años me mude a el país de mi madre y hace una semana regrese, espero hacer muchos amigos… por cierto mi signo es géminis o perro y mi tipo de sangre es RH negativo – enseguida los chavos empezaron a silbar y las chicas empezaron a cuchichear.
– Hey chavos – hablo el maestro – calmados, veamos… donde te podremos sentar – paso la vista por el salón…
– Aquí profe – una chica de la segunda fila de la izquierda levanto la mano – aquí adelante nadie se sienta – y le sonrió a Amira.
– Xìe xìe – contesto Amira y se dirigió a su asiento.
– Bien, continuemos, si tienes alguna duda no dudes en preguntar – dijo dirigiéndose a Amira, esta solo sonrió y asintió con la cabeza – como decía el diodo zener actúa con un diodo normal a diferencia de que cuando se conecta directamente solo deja pasar un voltaje determinado, por ejemplo, este que tengo en la mano – dijo a la vez que alzaba su mano derecha sosteniendo el diodo entre el dedo índice y el anular –  es de nueve volteos y solo deja pasar nueve volteos sin importar el voltaje, claro está que si se le aplica mucho el diodo no soportara y se quemara – el profesor continuo por más de una hora con su clase – bien alumnos, eso es todo, los espero mañana; en cuanto el profesor se retiro los alumnos enseguida se abalanzaron sobre Amira y las chavas empezaron a hablar y apuntarla.
– Hola, mucho gusto – se le acerco un chavo – me llamo Daniel.
– Hola, yo soy Ricardo.
– Y yo Alfonso.
– Hey, hey, aléjense – dijo la misma chava que le había dado el lugar – parecen buitres – los chavos con muy mala cara se fueron mientras las chicas de alrededor se reían y volvían a platicar entre ellas – discúlpalos – dijo con una sonrisa – hombres al fin de cuentas – y ambas se rieron.
– Si, muchas gracias.
– De nada, por cierto, soy Alicia  seré tu nueva compañera.
– Si, gracias por lo de los chicos y por el asiento.
– No tienes que agradecer nada – dijo mientras ambas salían del salón y se dirigían a la próxima clase – entre nosotras las mujeres debemos apoyarnos, además me parece que eres una chica interesante.
 Amira se quedo sorprendida pero continúo con una sonrisa – Pues yo creo que soy una chica muy normal.
Alicia soltó una risita que hizo sonreír a Amira – Si, así es, pero aquí aparte de ser la chica nueva eres la chica china.
Ante esto Amira quedo perpleja – ¿La chica china?
– Si, aquí marcamos mucho a la gente y van a estar muy pendientes de ti.
– ¿De mi? ¿Por qué?
– Pues porque eres de otro país y tienes otros hábitos y costumbres.
Ante esto ahora fue Amira la que rio – Si, pero aunque mis padres se separaron y me fui a China, mi padre siempre me visitaba y procuraba que también hablara el castellano y me inculco varias costumbres de México así como su historia.
– Pues ahora que lo mencionas, tienes razón, hablas sin acento extranjero.
– ¿De veras?, yo pensé que todavía se me notaba un poco.
– No, para nada, hablas muy bien.
–Gracias, por cierto… ¿Qué clubs deportivos hay?
– Ah, pues hay muy variados, tenemos futbol, basquetbol, volibol, beisbol, softbol, tae kwon do, box e incluso se están en platicas de abrir uno de futbol americano y otro de tenis.
– Vaya, hay muchos.
– Y todos tienen rama varonil y femenil.
– Shì, hace unos días vi un partido de futbol femenil y la verdad no son muy buenas.
– Pues aunque no lo creas el año pasado eran peor, llegaron a perder por una diferencia de nueve – Alicia volteo a la izquierda – por aquí, los siguientes edificios son los talleres –. Así siguieron platicando por varios minutos hasta que un destello de luz distrajo a Amira – ¿Qué fue eso? –dijo volteando rápidamente y llevándose una mano a la mochila.
– ¿Qué fue qué?, ¿viste algo? – dijo una sorprendida Alicia volteando para todos lados.
– Allá, en aquella dirección – dijo apuntando al sur – un destello rojo.
– ¿Un destello? – la interrumpió Alicia.
– Si – prosiguió Amira – una especie de luz brillante.
– Pues en aquella dirección – dijo portándose de puntas por si veía algo – está el campo de futbol, a esta hora entrenan los hombres, deben estar tramando algo, tal vez deberíamos avisarle a alguien.
– Tal vez – aunque Amira siguió su camino hasta el taller, nunca saco su mano de la mochila ni dejo de observar el campo.
Después de la clase de taller siguieron tres más, durante el transcurso de estas Amira actuó normalmente como una buena estudiante aunque tuvo que presentarse con todos los maestros <<Bien, mi primer día sin contratiempos, aunque tengo la sensación de que me observan, no… no, no debo ser paranoica>> pensaba en su lengua original a la vez que agitaba la cabeza << tal vez sea como dice Alicia solo me ven porque soy la chica nueva, la novedad, aunque si alguno de ellos fuera más interesante… tal vez le daría una oportunidad…>>
– Amira, Amira – gritaba Alicia buscando a su nueva amiga, al darse cuenta de quien se trataba Amira le contesto – Por aquí, Alicia, aquí arriba – al tiempo que se echaba para atrás y quedaba colgando de la rama de un árbol solo sujetada con las piernas dobladas.
– ¡No! Amira – grito Alicia – te puedes caer.
– No te preocupes – sonrió Amira – lo hago siempre.
– Pero es peligroso y si te ven – volteo la cabeza para todos lados – te pueden castigar.
– Vamos – dijo Amira a la vez que se soltaba del árbol y con un perfecto giro en el aire cayo de cuclillas, lo que provoco un pequeño susto de Alicia – no es para tanto.
– Pero es peligroso.
– No, siempre lo hago, cuando quiero pensar y estar a solas.
– Sabia que eras rara – Amira dejo de sonreír por un segundo pero se compuso enseguida.
 – No, no soy rara – no grito ni lo dijo con enfado pero si con la seriedad suficiente como para que Alicia se lo tomara en serio – Si vamos a ser amigas, por favor no me vuelvas a llamar así.
Alicia observaba a Amira pensando en lo que acababa de decirle, al cabo de un rato volvió a sonreír – Si, nunca lo volveré a decir.
Amira se sorprendió con la tardía respuesta pero lo disimulo y sonrió enseguida – Si, gracias.
 Siguieron caminando sin decir nada, pensando en lo diferente que eran la una de la otra hasta que Alicia se decidió a hablar – Por cierto, estabas muy interesada en los deportes, practic...
– ¡CUIDADO! – grito alguien, pero Amira ya había agarrado la cabeza de Alicia con su mano izquierda forzándola a agacharse, dio un paso enfrente y su brazo derecho lo llevo al frente doblado con la palma hacia afuera parando un balón que se dirigía hacia la cara de su amiga.
– Buena atrapada – le grito un chavo que se acercaba a ella.
– Gracias – Amira le respondió a la vez que lo recorría con la vista de los pies a la cabeza, era un chavo aperlado, alto, uno ochenta aproximadamente, de ojos cafés claro, con un cuerpo delgado y algo atlético, sonriendo se acerco – Hola, me llamo Pedro.
Después de observarlo bien, se le acerco – Ni hao, soy Amira.
Pedro se sorprendió por el saludo pero lo hizo más por Amira, ya que de cerca no pudo evitar sentirse atraído, era casi como si ella tuviera un imán, no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera ella – yo… yo… balón…
Amira sonrió, siempre había tenido un don para atraer a los chicos y esta vez también había resultado.
Pedro tomo aire e intento de nuevo – Me… me das el balón, por favor – Amira sonrió y se lo lanzo.
– Deberían tener más cuidado, casi me pegan – este comentario sacudió a Pedro y lo hizo volver a la realidad – Si… lo siento Alicia.
– ¿Ustedes se conocen? – pregunto un poco desconcertada Amira.
– Si, Alicia es la capitana de las porristas – Amira se sorprendió un poco ya que Alicia no parecía tener el tipo de personalidad de una porrista – Oh, ya veo – respondió Amira – con razón sabes mucho de deportes
– Si, ellas es muy buena y tu… ¿también eres porristas?
– Bù – negó con la cabeza – a mi me gustas más bien el futbol.
– Oh, pues entonces por qué no juegas con nosotros, somos cinco y nos falta uno para la reta – Amira volteo a ver a Alicia, esta simplemente levanto los hombros dándole a entender que ella decidía.
Está bien, pero solo un rato que no puedo llegar tarde a casa.
Pedro sonrió – de acuerdo, por aquí – les dijo y los guio con sus compañeros.
– Bien, aquí es Amira, y tu – dijo señalando a Alicia –ve y siéntate por allá – dijo señalando una banca a la orilla del campo, esto molesto un poco a Amira, sin embargo Alicia hizo caso de inmediato y se fue a sentar
– ¿Quién es ella? – pregunto uno de los chicos.
– Es Amira, es nueva y va a jugar con nosotros – el más chaparro de ellos, un poco más bajo que Amira se acerco a ella – es bonita pero sigue siendo una chica.
– El enano tiene razón – dijo el mas güero de ellos – ella solo estorbara, ante estos comentarios Amira estaba cada vez mas enojada pero haciendo uso de una excesiva paciencia pudo controlarse.
Ya veo… según ustedes, las mujeres no sabemos jugar – los chicos solo volteaban a verse sin atreverse a contestarle y Pedro solo se rascaba la cabeza – pues entonces – dijo al no ver contestación – les demostrare lo contrario, los reto a un partido – algunos de los chicos sonrieron y uno que otro no pudo evitar reírse – Alicia y yo – dijo señalándola – contra ustedes cinco, los chicos no sabían que pensar ni mucho menos que decir, si era una broma o hablaba en serio, hasta que el portero se acerco.
– Nosotros queremos jugar, no tenemos por qué perder nuestro tiempo con unas niñas y sus tonterías – Amira cada vez estaba más furiosa y batallaba mas para controlarse.
Alicia se había acercado al ver que discutían, al darse cuenta de la razón trato de disuadir a su recién amiga – Vamos Amira, mejor vámonos.
– Si, hazle caso a tu amiga y váyanse a jugar a las muñequitas – esto provoca una risa general de los chicos pero Amira en vez de enojarse, sonrió – bien, hagamos esto divertido, si nosotras ganamos nos pagan una pizza a cada una.
– ¿Y qué hay de nosotros? – pregunto el enano.
– Si, no jugaremos contra ustedes por una comidilla.
– Si, suponía que no lo harían, por eso si ganan haremos lo que ustedes quieran, terminó diciendo con una voz seductora que confundió mucho a Alicia.
– Pe… pe… pero Amira, eso…
– No te preocupes, ellos no juegan muy bien.
– ¿Cómo lo sabes? – dijo muy preocupada.
– Pos sus tachones y sus piernas.
– ¿Por sus qué? – Chillo Alicia exasperada – pero que dices.
– Tú solo confía – dijo con una sonrisa.
– Pero ¿Por qué tenias que apostar? – dijo muy exasperada.
– Es que tenía hambre – dijo muy tranquilamente lo que término confundiendo más a Alicia.
– ¿Hambre?, si tenias hambre yo te puedo pagar la comida, aparte yo no sé jugar futbol.
– Calma, calma, si te preocupas mucho te vas a arrugar esa linda cara – dijo sonriéndole, lo que ruborizo a Alicia – tu solo dedícate a taparles el camino, yo hare el resto.
Mientras hablan los chicos se habían reunido a unos metro de ellas, platicaban mucho entre ellos y lanzaban lascivas miradas a las chicas, después de unos segundos, se acercaron.
– Segura que harán lo que nosotros queramos.
– Si, pero solo una cosa.
El chico sonrió – de acuerdo, jugaremos dos tiempos de quince minutos cada uno con un descanso de cinco.
–Por mi está bien.
– De acuerdo, empecemos.

jueves, 8 de junio de 2017

Capitulo 05










GOSAXIPE GAR
ESCAPE










“Siendo la vida como es, uno sueña con vengarse”
PAUL GAUGUIN.

“Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro”
CHE GEVARA

“Hay que endurecerse sin perder jamás la ternura”
CHE GEVARA.





«Ha, ha, ya falta poco, tan solo espérame Seru, esta vez no estoy sola, tengo amigos muy fuertes y juntos te vamos a derrotar»
Una chica rubia de cabello largo y ojos verdes con armadura blanca subía corriendo las escaleras de una torre, empuñando una espada larga plateada, a su espalda un fino y precioso arco de cristal, a su paso le salieron varios enemigos, un hombre con cuello y cara de serpiente y dos caballeros esqueletos, la chica dio un salto a su derecha sobre estos últimos, al primero lo decapito con un corte vertical, posteriormente salto y girando en el aire le partió en dos el cráneo al segundo, apoyándose en la pared se impulso, llevando la espada recta sobre su cabeza como si de una flecha humana se tratara se dirigió al hombre serpiente pero este estiro su cuello para morder a su oponente, esto tomo por sorpresa a la chica que no podía esquivarlo en el aire.
– Cuidado – grito un hombre que llevaba una antorcha de base de metal, con esta quemo la cara del enemigo y con la punta de la antorcha le atravesó el cuello.
– Gracias Aníbal.
– De nada, solo no te alejes demasiado, se que estas impaciente por acabar esto pero no te olvides que somos un equipo y estamos juntos en esto, además… – dio un paso hacia la chica quedando a centímetros de ella, le tomo de la mano y puso la otra sobre su mejilla – si algo te pasara no me lo perdonaría.
La chica se sonrojo, le tomo la mano que tenia sobre su mejilla – gracias, desde el principio conté con tu apoyo y me alegra tenerte al final, tú has sido mi escudo todo este tiempo pero ya no puedo seguir dependiendo de ti, ha llegado la hora de actuar.
– Lo sé – dijo acercando su cara a la de la chica – no fue mi intención…
– Sí – contesto sonriendo y acercando su cara a la del chico – también lo sé, nos entendemos bien…
– ¡Hey tortolitos! – los interrumpió un hombre pelirrojo de cabellera larga, venia corriendo detrás de ellos y salto pasando por en medio de los dos, cortando con una katana en pedazos a varias bestias aladas, moradas con garras y cuernos – estamos en territorio enemigo, no es tiempo de esas cosas – sin voltear a verlos con una sonrisa se adelanto.
– Sí – contestaron al unisonó los dos, se separaron y corrieron detrás del samurái, al cabo de unos pasos el samurái paso volando a un lado de ellos, la chica volteo para ayudarlo pero una llama de energía morada y negra se dirigía hacia ella, cuando se dio cuenta era demasiado tarde para esquivarlo pero el chico de la antorcha ya se había lanzado hacia ella, la empujo quitándola de en medio pero la llama le dio de lleno desintegrándolo, la chica que estaba en el suelo, volteo a ver hacia donde segundos antes se encontraba el chico, con lagrimas en los ojos y una furia que nunca antes había sentido se lanzo hacia su enemigo – NNNNNNOOOOOOOOOOOO –
– BOMB –
– SEERUUUUUUUUU – La chica se despertó sudando y gritando el nombre de su enemigo «Ah, ah, todo ha sido un sueño pero… quienes eran esas personas, nunca antes las había visto»
– BOMB –
Otra explosión igual a la que la había despertado sonó afuera del castillo, a prisa se paró de la cama y corrió hacia la ventana por lo que se podía ver en la oscuridad, el castillo estaba siendo atacado por cientos, tal vez miles de personas.
– Oh no, el ataque ya comenzó – rápidamente se dirigió hacia su cama, la levanto de la orilla haciéndola a un lado, quito una alfombra pequeña y abrió la tapa de una pequeña cámara, de ella saco un pequeño baúl dorado de diez pirov[1] de largo, dos de ancho y uno de alto, lo abrió y de el saco un carcaj con veinte flechas, un precioso arco plateado con gemas en las orillas, un cuchillo pequeño de un pirov con una funda plateada, una cota de malla y un traje de tela negro, se coloco primeramente la cota de malla, posteriormente se puso la camisa de tela, arriba el traje negro, después el cinturón con la funda del cuchillo, se puso el carcaj, tenso el arco y lo llevo en la mano izquierda.
– Ayer, Ayer ¿Estás ahí?
Ayer saco rápidamente una flecha del carcaj y apunto hacia la puerta – ¿Quién?
– Soy yo – dijo la voz abriendo la puerta – un hombre alto, canoso, de complexión ancha y musculoso. Llevaba una armadura plateada compuesta del peto, una falda que cubría hasta las rodillas y hombreras, también contaba con protección en los brazos. En su mano izquierda llevaba un escudo azul de un quvo[2] y medio de alto y uno de ancho, en su espalda una espada ancha y en el lado izquierdo del cinturón llevaba colgado un martillo de seis pirov de largo – Kovos, ¿pero qué haces?, deja de apuntar con eso a tu viejo maestro y dame un abrazo.
Ayer tiro el arco y se lanzo llorando hacia Kovos, le rodeo con un gran abrazo – Oh Kovos, gracias a Xora estas bien, tantos meses sin saber de ti, temí lo peor.
– ¿Cómo que meses? Acaso el tonto de Gef no te dijo que yo estaba detrás de todo esto.
– Jeje, creo que se le paso – dijo Ayer secándose las lagrimas.
–Sí, claro, tendré que decirle un par de cosas  a ese Qirko.
– Vamos, no le digas así, casi no teníamos tiempo de estar solos y cuando lo teníamos aprovechaba para decirme solo lo más importante.
– De acuerdo. ¿Ya estas lista? Tenemos que llevarte al Xuspe Forge de inmediato.
– Sí, ya estoy lista… – dijo recogiendo su arco – pero por que a Forge, ahí estaremos muy vulnerables, no está muy lejos de aquí y no hay protección.
– Bueno, es que no vamos a refugiarnos, si no a pedir ayuda… ¡Cuidado! – agarro a Ayer por el hombro y la cubrió con su cuerpo – una piedra de fuego acaba de golpear en la ventana haciendo volar varias partes de la pared del castillo que chocaron en la espalda a Kovos.
– ¿Estás bien? – pregunto Ayer cuando se quito de encima.
– Sí, no te preocupes, me protegió la armadura, de todos modos ¿Qué estarán haciendo esos idiotas? Saben que estas en la habitación.
– Tal vez solo fue desviada, pero ¿Cómo que vamos por ayuda?, creía que iríamos hasta Riuhe para suplicar ayuda a los reyes de los países vecinos.
– Sí, ese era el plan original… pero te diré en el camino – unas decenas de flechas se dirigían al hueco dejado por la piedra – imbéciles – dijo volteando por última vez a la ventana.
   Salieron por la puerta y caminaron por el pasillo tratando de hacer el menor ruido posible sin ser notados, aunque con el ruido del ataque podían estar gritando y no serian escuchados, al final del pasillo voltearon a la derecha, Kovos corrió hasta situarse a un lado de una saliente del castillo, la movió con mucho cuidado y le hizo señas a Ayer para que se acercara.
– Entra, es un viejo pasadizo que nos llevara a las mazmorras, ¡Cuidado! – Kovos cubrió con el escudo a Ayer protegiéndola de las flechas lanzadas por unos caballeros negros, con la mano derecha saco dos pequeñas lanzas de cuatro Pirov de largo, agarro una entre el dedo pulgar e índice y la otra con el dedo medio y anular. Las lanzo al mismo tiempo y cuando golpeo a los caballeros les atravesó lanzándolos varios hue de distancia clavándolos en la pared, con una sonrisa siguió a Ayer por el pasadizo colocando la armadura en su lugar.
– Vaya, eso fue asombroso Kovos, cada que te veo me sorprendes – Ayer tomaba una antorcha que estaba en la pared y bajo una escaleras en espiral.
– Eso no fue nada, fui muy descuidado al dejar que nos vieran, espero que no haya más incidentes – decía mientras tomaba otra antorcha y al mismo tiempo aventaba una esfera al piso. Los dos bajaron sin contratiempos por las escaleras, el pasadizo pensó Ayer debía estar bien escondido ya que no se podían escuchar ningún sonido, mientras tanto Kovos ponía al tanto de las ultimas noticias a la princesa.
– No puedo creer que el reino este tan mal, tenemos que apresurarnos e ir a Riuhe.
– No princesa, ya le había dicho que ese no es el plan, según nuestros espías varios reyes estuvieron de acuerdo con el golpe de estado e incluso ayudaron a Seru para acabar con la Reina.
– No… eso… – Ayer se había detenido, le temblaron las piernas y se arrodillo llorando – ya todo está perdido, los Riuhe eran nuestra última esperanza… ¿Qué podremos hacer?
Kovos se arrodillo junto a ella y la abrazo – ¡Princesa! no desfallezca, si usted pierde la esperanza, ¿Quién podrá guiarnos?, si bien los Riuhe nos han fallado todavía contamos con el Xuspe Forge y sus KIUVVE QAXAGE.
– ¿Los kiuvve qaxage? Pensé que eran una leyenda, un cuento de niños.
– No… nada de eso, pero continúe por favor princesa, la prioridad es sacarla del castillo.
– De acuerdo – dijo Ayer poniéndose de pie – pero cuéntame más –. Los dos bajaron por las escaleras secretas sin contratiempos, al final atravesaron una puerta y salieron dentro de una celda.
– Oh no, creo que escogimos un mal camino.
– Tranquila princesa, esta celda nunca ha estado ocupada por que la cerradura no sirve.
Kovos se dirigió con mucho cuidado a la puerta, la abrió muy despacio, al comprobar que no había nadie salió, he izo una señal a Ayer para que lo siguiera, doblaron a la izquierda, el pasillo era amplio y a ambos lados había varias puertas con prisioneros dentro, los gritos de estos eran espantoso, Ayer apretó los puños y se obligo a continuar hasta que al llegar al final del pasillo en la penúltima puerta de la derecha un grito le hizo helar la sangre.
– ¡¡¡¡¡¡NOOOO!!!!!! Mami, mami, respóndeme mami – la voz de una niña pequeña resonaba en el lugar, Ayer no pudo soportar más y se acerco lentamente, al asomarse por la puerta vio varios cadáveres en la celda y a unos pocos pasos una mujer tirada en el piso, estaba muy pálida y la piel la tenia pegada a los huesos; una niña de seis años al lado de su madre que por lo menos no se veía tan mal, por lo visto su madre se había esforzado en que la niña comiera toda la comida, Ayer no pudo soportar y trato de abrir la puerta pero fue inútil.
– Princesa por favor, sé que es lamentable pero por el momento no podemos hacer nada, nuestra única esperanza es llegar a Xuspe Forge, entre más rápido lo hagamos más posibilidades tendrá de sobrevivir.
– Lo sé Kovos, lo sé pero… es tan difícil – Ayer estaba a punto de retirarse de la puerta cuando sintió un golpe en el pie, era un medallón heptagonal rojo con un corazón blanco en medio, volteo hacia dentro de la celda y antes de que pudiera preguntar, la niña todavía al lado del cuerpo de su madre volteo hacia ella, el cabello se le erizo, los ojos se le pusieron blanco y con una voz que no parecía en nada a la de una niña le dijo:
LAS VOCES DEL PUEBLO ACLAMAN JUSTICIA
LA ULTIMA DE LOS VIOH TE REGALA SU CORAZON
APRECIALO Y TE DARA UNA SEGUNDA VIDA.
Después de decir esto la niña volvió la mirada a su mama y siguió llorando.
– ¡Princesa! – Kovos la llamaba desde la puerta – es hora –. Ayer se agacho por el medallón – Gracias, lo pondré junto a mi corazón.
Al salir de las mazmorras se escucharon nuevamente los sonidos de la guerra, pasaron sigilosamente por el pasillo, escondiéndose entre las sombras hasta llegar a la caballeriza – Bien, ya deben estar nuestros caballos – Kovos abrió la puerta y un muchacho pelirrojo, pecoso, de veinte años los espera con tres caballos, uno negro, majestuoso, fuerte, vigoroso; el segundo blanco, gracioso, ágil, veloz; y el tercero era café, calmado y tranquilo.
– ¡Gef! ¿Qué haces aquí? – Una sorprendida Ayer le reclamaba – Es muy peligroso.
– Y más peligroso seria dejarte sola – respondió este – desde que naciste mi padre tenía la responsabilidad de cuidarte, y ahora que el ya no está, es mi responsabilidad – al ver que Ayer le iba a contestar, agrego – y como tu mejor amigo, me sentiría realmente mal si no te acompaño en esta aventura.
– Oh Gef – dijo Ayer abrazándolo – pero cuando esto termine no te salvaras de un buen castigo.
– Como usted ordene, mi doncella – dijo haciéndole una reverencia.
– Ya dejen de jugar ustedes dos – les recrimino Kovos – Ayer toma el blanco, es el más rápido de todo el Reino – Kovos se subió a su caballo negro mientras Gef agarro un cuchillo de dos Pirov de largo, se lo puso en el cinto, agarro una espada larga, la coloco en la funda del caballo café y finalmente se subió.
– A la cuenta de tres – grito Kovos – uno… dos… ¡AHORA! – los tres cabalgaron directo hacia la puerta.
A pesar de haber salido con mucho ruido y violencia de la caballeriza nadie los noto demasiado debido al alboroto de la batalla, galoparon todo lo rápido posible, en el camino estuvieron a punto de atropellar a varios caballeros pero nunca se detuvieron o alentaron el paso, al llegar a la muralla doblaron a la derecha y  siguieron a un grupo de soldados que se dirigían a la batalla – ¡ESPEREN! ¡LA CABALLERIA TODAVÍA NO SALE! – Sin hacer caso a cualquier llamado o señalamiento, los tres fugitivos se dirigían velozmente al bosque, al sentirse un poco más segura Ayer volteo hacia el castillo, se podía ver por las antorchas un gran número de combatientes, las flechas llenaban el cielo, las rocas de las catapultas parecían dragones furiosos, el sonido del acero cruzándose; dolorosos y crueles gritos se podían escuchar. Atraídos por el ruido y el derramamiento de sangre las bestias se habían unido a la batalla, los Qere Voño (patas y cuerpo de araña, el dorso y la cara de mono) con sus bastones de veneno, las Wuvsa Vagow (de piel grisácea, con forma humanoide, y uñas largas)con su toque letal e incluso los Waru Pow (caballos alados, de piel gris verdosa pegada a los huesos y un olor nauseabundo) volaban alrededor del castillo esperando por su prensa, de pronto se escucho un temible sonido, como el de un trueno que silencio todo por unos segundos, acto seguido un rayo de color morado, negro y blanco se dirigió hacia las bestias aladas, le dio de lleno a una y se desintegro en el aire, las otras llenas de pavor huyeron pero para desgracia de los fugitivos se dirigían hacia ellos. Ayer todavía aturdida por lo qua acababa de ver se detuvo por completo, Kovos y Gef que estaban adelantados se tardaron en percatarse, se detuvieron y volvieron con ella.
– Ayer, Ayer ¿Qué te pasa?, no te detengas, atravesando el bosque se encuentra el Forge.
Un poco más serio Kovos le pregunto – ¿Princesa le ocurre algo?
– El… el rayo…
– Sí, debió ser Seru, recuerde que antes era el hechicero real, se magia es muy poderosa – volteo hacia el cielo – demonios, los Waru Pow se dirigen hacia acá, apurémonos –. Los tres emprendieron nuevamente su huida pero antes de llegar al bosque se detuvieron en seco, doce guerreros se atravesaron en su camino, cuatro minotauros, dos con espadas y dos con lanzas, tres ñowrow con enormes lanzas, enormes arañas con torso y cara humana, dos hombres serpientes y tres centauros. Rápidamente los enemigos los rodearon, los minotauros enfrente de ellos, los ñowrow se colocaron detrás de ellos, los hombres serpientes a su izquierda y los centauros a su derecha.
   Kovos rápidamente se coloco frente a Ayer, con su martillo en la derecha y su escudo en la izquierda, Ayer tenía tensando el arco apuntando a las serpientes, mientras Gef saco su cuchillo y su espada, una en cada mano apuntando a los ñowrow protegiendo la retaguardia.
– Demonios, la suerte no está de nuestro lado hoy.
– Creo que es más que mala suerte – intervino Gef – o dime, cuando has visto que los centauros se lleven bien con los ñowrow, llevan siglos peleando y ahora cazan juntos.
– Vaya, eres más listo de lo que pareces – le contesto Kovos – entonces los rumores de que el Rey tenia bestias en sus ejércitos era cierto.
– DEEEJEN AAA LLLAAA NIIIÑÑAA – hablo lentamente pero con una impresionante voz el minotauros mas alto.
– Jeje, lo siento vacota, pero no recibo órdenes de un estúpido animal.
– Mmwwuuuuu – ante este insulto el minotauro soltó un impresionante grito, salto hacia Kovos con una gran espada ancha de un quvo y medio de largo, rápidamente Kovos se cubrió con su escudo pero fue tan fuerte el impacto que doblo las piernas del caballo.
– ¡Kovos!!! – grito Ayer, colocando rápidamente dos flechas en el arco, se las tiro al cuello del minotauro pero estas rebotaron.
– Cuidado – Gef se había lanzado sobre Ayer, una flecha perdida se dirigía a ella raspándole el brazo – ¿De dónde demonios vino la flecha? – volteo a todos lados, los únicos con arcos eran los centauros pero estos no se habían movido en lo más mínimo.
– ¡Ahí! – Kovos se había levantado y apunto hacia el castillo.
– Pero está muy lej… – Gef dejo de hablar cuando vio como de una oleada de flechas que se dirigían al castillo, un tercio de ellas daban una curva sorprendente y se desviaban hacia ello, debido a la distancia casi ninguna las alcanzaba, lo mismo sucedió con varias catapultas, las piedras ardientes que arrogaban en medio del aire eran redirigidas como si un gigante invisible las pateara – ¿Pero cómo?
– Es obra de Seru – grito Kovos que se dirigía corriendo al minotauro – en el cuarto de Ayer impactaron varios proyectiles, quieren asesinarla y culpar a los rebeldes – llego a donde el minotauro pero este ya lo esperaba con su gigantesca espada, el minotauro hizo un movimiento vertical con su espada como si de un bate se tratara paro cortar en dos a su enemigo pero Kovos lo detuvo con su escudo y de un solo golpe le aplasto la cabeza con su martillo, rápidamente los otros tres minotauros se dirigieron hacia él, los dos que llevaban lanzas se adelantaron, las lanzas las llevaban en manos diferentes, el que venía por la izquierda la llevaba en su mano derecha y el de la derecha en su mano izquierda, al mismo tiempo ambos le lanzaron un estoque pero nuevamente Kovos los paro con el escudo, los minotauros dieron un paso al frente y con la mano que tenían libre le dieron un fuerte golpe al escudo al mismo tiempo – Lo siento, pero este escudo no se romperá por más fuerte que le golpeen –. Kovos quiso mover su escudo para golpearles pero este no se movía, los minotauros lo tenían agarrado con ambas manos, el ultimo minotauro venia corriendo y salto varios hue para pasar por arriba y con su espada apuntando hacia abajo pretendía encajársela por la cabeza a Kovos, pero este soltó el escudo, dio un paso a su derecha y de un martillazo le rompió la espada, dio medio paso al frente y regresando el martillazo golpeo con todos sus fuerzas al minotauro en el cuerpo haciéndolo vomitar sangre moviéndolo varios hue de distancia, rápidamente Kovos se acerco a su escudo, saco otros dos pequeñas lanzas y se las encajo por el cuello a los minotauros restantes.
   Mientras tanto Gef y Ayer  se habían parado, el primero se dirigió a los hombres serpientes, apoyándose en su pie derecho dio un salto, con el cuchillo en su mano izquierda trato de herirlo pero el hombre sapiente solo curvo el cuello hacia atrás, Gef aprovechando el giro del salto, con la espada en su mano derecha le intento cortar, este movimiento tomo por sorpresa al hombre serpiente que ya no podía doblar mas su cuello por lo que dio un pequeño salta hacia atrás, cayendo de espalda en el suelo pero Gef cayendo de pie doblo rápidamente su pierna izquierda arrodillándose, le encajo el cuchillo en la pierna derecha, dando un paso con su pierna derecha le corto el cuello con su espada; su compañero que estaba al lado intento morderlo pero Ayer le tiro dos flechas que le atravesaron el cuello, Gef aprovecho y sacando el cuchillo de la pierna del primer hombre serpiente se lo encajo en el corazón al segundo.
   Ayer se había lanzado hacia un árbol ya que los centauros le estaban atacando con sus flechas, Gef intento ayudarla pero también era blanco de sus ataques e igual que su amiga termino detrás de un árbol, Kovos aprovecho y le lanzo un martillo a uno de los centauros, al golpearlo se pudo escuchar el sonido de varios huesos al romperse, el centauro escupió sangre soltando un agonizante grito, los centauros al escuchar esto se asustaron y titubearon un instante, Ayer aprovechando se tiro de espaldas a un lado del árbol y le lanzo tres flechas a un centauro, este logro verla y se paro en sus patas traseras para esquivar los proyectiles pero Gef que ya se había escabullido hacia estos, saliendo de su escondite le corto los tobillos, el centauro chillo de dolor pero Ayer lo silencio con una flecha que le dio en la frente, el tercer centauro enfurecido desenfundo una espada y se lanzo sobre Gef pero Ayer ya le había lanzado varias flechas dándole en el lomo, sin embargo el centauro solo se ralentizo pero fue más que suficiente para que Gef pudiera esquivarlo decapitándolo con su espada.
– Ayer se paro sonriéndote y corrió hacia Kovos e igual hizo Gef pero Kovos los detuvo y les hizo callar – Silencio, todavía quedan los Ñowrow, se escondieron en los arboles desde el principio – Ayer y Gef rápidamente se juntaron con Kovos y se dieron las espaldas, Ayer tenía dos flechas tensadas en su arco apuntando hacia las copas de los arboles, Gef con su espada y cuchillo esperaba ansioso mientras Kovos con su escudo y su espada estudiaba el movimiento de las hojas.
– No creo que nos ataquen  mientras estemos atentos – comento Kovos – tendremos que distraerlos… Gef.
– De acuerdo – contesto este.
– ¡No! – Intervino Ayer – me quieren a mí.
– Es muy peligroso – pero Ayer ya había salido corriendo hacia el camino que formaban una hilera de arboles, esto dio resultado pues un hilo salió hacia Ayer por encima de ella pero Gef dio un paso hacia enfrente y lanzo su cuchillo hacia donde provenía el hilo, un chillido de dolor se escucho y el Ñowrow caía salpicando de sangre a través de la herida, Gef se adelanto a este y antes de que pudiese tocar el suelo salto y le encajo la espada en la espalda, el ñowrow soltó un grito y cayó muerto, pero rápidamente otro ñowrow salió hacia Gef. Ayer que se había volteado al oír el grito del primer ñowrow le lanzo dos flechas al segundo pero le rebotaron en la gruesa piel de la parte araña, sin embargo fue lo suficiente para que Gef esquivara al ñowrow, Ayer se arrodillo, toco la gema roja de su arco – gayoxu – murmuro, el arco se pinto de color rojo por un instante, enseguida le coloco una flecha y le lanzo una tras otra al ñowrow tan rápido como pudo pero esta vez lo atravesaron; el tercer ñowrow aprovecho y se lanzo hacia Ayer pero Kovos ya había corrido hasta esta, puso su escudo y la criatura choco contra él, enseguida Kovos le atravesó con su espada.
– Gracias, Kovos – le abrazo y le dio un beso en la mejilla.
– ¡Hey! yo también ayude – Gef se acerco a ellos después de ir por su cuchillo – creo que también merezco un beso –. Antes de que Ayer respondiera, Kovos se le acerco y le dio una palmada en la nuca.
– ¿Y por que fue eso?
– Por tonto – los tres rieron –. Bien, vamos a entrar al bosque, pasando esos dos árboles altos no podrán seguirnos, el camino es sagrado y no puede entrar el mal.
Los tres caminaron hasta la entrada, cuando estaban a unos hue de distancia algo los distrajo.
<< PLAP – PLAP – PLAP – PLAP – PLAP >>
– Bravo, bravo – se escuchaba una voz femenina acompañada de unos aplausos – no creí que derrotaran a mis pequeños.
Los tres voltearon de inmediato con sus armas listas para atacar – Identifícate, ¿Quién eres?
– Oh vaya – contesto la vos – que malos modales tiene el antiguo comandante general de las fuerzas del reino y consejero real, esperaba más de ti, dime ¿Cómo está la reina? Según se, tenias unas relación muy cercana.
– ¿Mi madre?
– Tranquila princesa, quiere provocarnos, cuando de la cara yo la enfrentare, tu y Gef correrán al camino, Gef cuento contigo para protegerla.
– Sí, descuida.
– Wijiijijjijijijijij, en verdad crees que eres lo suficiente fuerte para enfrentarme, que iluso, con mis pequeños niños será más que suficiente – de la tierra alrededor de ellos brotaron como si de plantas se trataron tres pequeños hombres de seis pirov de alto, sus cuerpos eran negros de piel parecida al metal.
– ¡Corran! – Kovos en seguida se dio cuenta del peligro, corrió hacia el Sake Ruke que estaba en medio del camino a Forge y lo embistió de lleno con el escudo, mientras Gef jalaba a Ayer hacia el camino; para su sorpresa Kovos al embestir al pequeño enemigo se detuvo en seco sintiendo como si hubiera chocado con una pared, el escudo se doblo y la mano se le quebró. Cuando Gef paso por una lado pudo ver como el Sake Ruke solo había estirado la mano y con un solo dedo lo había detenido, apretando los ojos se obligo a continuar pero se sorprendió al ver a los otros dos Sake Ruke  en frente de ellos, agarro a ayer por la cintura y saltaron, apoyándose en la cara de una de estas criaturas se impulso más alto pero el Sake Ruke pisado levanto su mano y agarro a Gef por el tobillo, quebrándoselo, casi se desmaya del dolor pero con sus últimas fuerzas aventó a Ayer lo más lejos que pudo, esta cayo a poca distancia de los arboles sagrados, se quiso levantar pero se había lastimado al caer, el Sake Ruke aventó lejos a Gef y junto con el que estaba libre fueron tras ella, Ayer les aventó varias flechas pero rebotaban en ellos, – ¡¡Gira!! – Ayer reaccionando giro hacia su derecha rebotando con un árbol, con sus manos se deslizo hasta pasarlo, los Ruke caminaron hasta llegar frente a ella y extendieron sus brazos para sujetarla pero tan pronto como pasaron el límite de los arboles sus brazos se empezaron a poner rojos, desprendieron humo y finalmente se carbonizaron, Ayer asustada se arrastro hacia atrás, separada unos pirov de distancia pudo apreciar mejor la escena, el primer Sake tenia sujetado a Kovos, este estaba acostado con un pie en el cuello lo mantenían inmóvil, Gef inconsciente a unos hue a la izquierda de este, y los dos Sake enfrente de ella con los brazos carbonizados, no atreviéndose a dar un paso más, simplemente la veían. << ¿Qué hago? ¿Cómo los ayudo?>>
– No puedes, simplemente huye y ve hacia Forge – como si le hubiera leído el pensamiento Kovos le grito con sus últimas fuerzas a Ayer – por favor, tu eres... la ult… ima espe… ranza – el pie del enemigo se hundía cada vez más sobre Kovos.
Ayer cerrando los ojos, le dio la espalda, se levanto como pudo apoyándose de un árbol y lentamente se fue cojeando adentrándose en el bosque y dejando atrás a sus amigos, llorando con lágrimas en los ojos solo pudo orar por que se mantuvieran vivos.


[1] 1 Pirov = 5 pic. (13.95 cm)
[2] Quvo = ½ Hue (1.395 m)