GUERREROS MÍSTICOS

GUERREROS MÍSTICOS

viernes, 2 de junio de 2017

Capitulo 11


GOSAXIPE IREIRE
SEGUNDO TIEMPO









“Perdimos por qué no ganamos”
MATTHEW MCCONAUGHEY.

“Hay momentos en la vida en el que un hombre razonable debe admitir que ha cometido un error terrible… lo cierto es que yo nunca fui un hombre razonable”
EDWARD BLOOM
(EWAN MCGREGOR)
EL GRAN PEZ.

“Saluda a mi pequeño amigo”
TONY MONTANA
(AL PACINO)
SCARFACE.





Cada equipo se fue a su respectiva banca, los duendes estaban felices ya que le estaban ganando por dos goles a los actuales campeones mientras que estos estaban desorientados ya que a pesar de estar jugando mejor que en partidos anteriores, el marcador no les favorecía.
– Vamos, vamos chicos – decía Don Rogelio – no se desanimen, están jugando bien, solo es cuestión de tiempo.
– No se ofenda Don Rogelio pero esa es la cuestión – dijo René – estamos jugando mejor que nunca y aun así nos están ganando.
– Odio admitirlo, pero la chica es muy buena.
– Por ella no se preocupen, en el segundo tiempo la detendré. Néstor – dijo volteando a verle a este.
– Si, no te preocupes – contesto – ya me acostumbre a la portería.
– De acuerdo, cambiémonos.
Axel no noto que el partido que estaban dando había llamado la atención, varias personas se juntaban alrededor del campo atraído por las excelentes jugadas que demostraban, tan es así, que no se dio cuenta que tres personas se dirigían hacia él, dos mujeres y un hombre.
– Nunca creí ver llegar el día en que una mujer te pateara el trasero – le dijo el hombre cuando llego hasta él.
Axel algo molesto se levanto y estaba a punto de echarle bronca cuando vio quien era.
– ¡¿Aníbal?! ¿Eres tú?
– No, soy otro – dijo sonriéndole.
Axel no pudiendo contener su alegría se le lanzo encima para abrazarlo.
– Oh, aquí vamos de nuevo – dijo Álvaro.
– Cien a que gana Axel – Edwin dijo pensando que este se pelearía.
– No es justo, nunca he visto perder a Axel.
– No sé, este tipo se ve diferente – dijo Manuel – de acuerdo, acepto.
– Oye, oye, cálmate – le decía Aníbal tratando de quitárselo de encima – que van a pensar de nosotros.
– He, si, si, los siento, perdón, me deje llevar por la emoción Berni, ya le avisaste a Laura que llegaste.
– Si, le hable por teléfono, fue la que me dijo que estabas aquí en el campo, así que vine antes ir a la casa.
– ¿Y tus maletas? Por cierto… ¿Quiénes son ellas?
– Oh sí, que descuidado, bien, ella es Joan, es francesa pero habla muy bien el español – Axel la saludo – y esta pequeña pelirroja es Melis, ella es escocesa pero estudia conmigo, y debo decir que habla perfectamente el español.
– Y veintiún idiomas más y treinta y dos dialectos diferentes – dijo Melis abrazándolo.
– Vaya Aníbal y pensar que cuando te fuiste de aquí le tenias miedo a las mujeres.
– ¡Yo nunca les tuve miedo a las mujeres! – replico este.
– Pues la última vez que te vi, huías de una.
– Si, y tu ibas a mi lado.
Axel sonrió – Pero eso era porque nos seguían más de treinta sujetos.
– Eso fue porque te la pasabas inventando puras tonterías de esa chica y yo.
– Pero siempre se la pasaban juntos.
– ¡Éramos compañeros de estudio!
Axel se rio aun mas – Ya, ya, no te enojes, y bueno ¿Cuál de ellas es tu novia? – Melis se ruborizo y Joan puso cara de que no entendía nada.
– Ninguna de ellas es mi novia, somos solo amigos.
– Ya, ya, está bien, por cierto – Axel golpeo el hombro de Aníbal – esto es por hacerme creer que yo te mate.
– ¿Qué tu qué? – Aníbal puso una cara de desconcierto total.
– Si, yo te recomendé venirte en barco y para tu mala suerte, me hiciste caso por primera vez en tu vida.
Esta vez fue Aníbal quien se rio – Que tonto eres.
– ¡Oye!
– Si de vez en cuando escucharas las noticias en vez de estar como bobo viendo las estrellas verías que el avión en que originalmente vendría exploto en medio del aire, así que teóricamente, tú me salvaste la vida.
–Entonces yo… yo… – Axel parecía conmocionado.
– Si, tu…
– ¡Soy un héroe! – dijo casi gritando.
– ¿Qué tu qué?
– Si, te salve la vida, soy un héroe, debes reverenciarme, anda híncate – señalo el piso frente a él.
– Yo no te voy a… –
– Trrrrrrrrrrrrr.
– Oh, ya vas a empezar el segundo, nos vemos.
– Bien chicas – dijo Aníbal señalando una banca – Veamos algo de futbol.
Jorge, uno de los delanteros del equipo de Amira puso el balón en juego pasándosela a un compañero pero rápidamente fue atacado por Gil, el jugador dio media vuelta y suministro un pase hacia atrás pero Axel se adelanto y le robo el balón, corrió hasta el extremo derecho, dos jugadores lo esperaban pero Axel giro a su derecha llevando el balón con el pie derecho para esquivar al primero, al terminar de girar con su pierna izquierda adelanto el balón para quitarse al segundo pero en ese momento Amira corría hacia él, a unos pasos de distancia con el pie derecho levanto el balón a la altura de la cintura, Amira levanto la pierna para quitarle el balón, << caíste >>. Axel levanto la rodilla pegándole al balón, este fue con una fuerza y velocidad increíble hacia la cara de Amira que por instinto hecho su cabeza hacia atrás, al darse cuenta de su error, con la pierna que tenia de apoyo se impulso hacia atrás dando un brinco sorprendente y como si fuera a dar una chilena logro alcanzar el balón sujetándolo con el empeine, cuando giro completamente Axel se aventó hacia ella, con la cabeza le pego al balón, Amira que estaba todavía en el aire y desprevenida se desestabilizo cayendo al suelo y perdiendo el balón, Axel rápidamente corrió con el balón, ya solo quedaba un defensa frente a él, que se lo quito con un par de fintas y un giro al final, ya solo frente a la portería se disponía tirar cuando sintió como una sombra se arrastraba frente a él, cuando volteo observo como Amira lo había alcanzado y se barría para taparle el tiro, levantando el balón, salto y mando un pase en el aire hacia Gil que entraba solo por el otro lado, que dando un cabezazo metió el primer gol para su equipo.
– ¡Sí! – Axel festejo el gol y tendió una mano hacia Amira para ayudarla a levantarse – Puede que seas más rápida y hasta un poco mejor jugador pero en mi equipo somos once jugadores.
– No te preocupes, nosotros también somos once – Amira se dio la vuelta pero Axel que todavía la tenia sujeta de la mano la jalo hacia el quedando pegados.
Amira acerco su cara hasta estar nariz a nariz con Axel – Estas jugando con fuego, acaso quieres perder la mano.
– Bien valdría la pena – dijo sonriendo.
Amira se zafo y dio media vuelta esbozando una sonrisa.
El equipo de los Elfos nuevamente puso el balón en movimiento pasándosela a Amira que rápidamente fue rodeada por cuatro jugadores, esta golpeo el balón haciendo que pegara en la rodilla de Manuel que estaba frente a ella, al rebotar pego en el hombro de Aldo que estaba detrás de Amira, rebotando nuevamente hacia ella que salto con un giro y de una patada mando el balón a un compañero pero Axel se había adelantado e intercepto el balón mandando un pase largo hacia Valentín que corrió con él, pero dos defensas le bloquearon el paso, este dio un pequeño giro mandando un pase largo hacia Axel que había recuperado se posición, después de quitarse al último defensa se dirigía solo hacia la portería.
– No tan deprisa dormilón – Amira había llegado hasta la primera línea y se dirigía de frente hasta Axel.
– Perfecto, este es lo que quería, tú y yo, por  fin veremos quién es…
– Aaaaaaaaaaaaaahhh – un grito había hecho que Axel volteara hacia fuera del campo, hacia donde estaba Aníbal y sus amigas, donde esperaba verlos disfrutando el partido pero en cambio Aníbal estaba en el piso boca abajo, dos tipos desconocidos arriba de él, Melis estaba detrás de Joan que blandía una rama como si de una espada se tratara, manteniendo en raya a tres sujetos que la acosaban, volvió su mirada hacia enfrente y observo que Amira también había visto esa escena de reojo, cuando sus miradas se cruzaron fue como si ambos se hubieran puesto de acuerdo, Axel pateo el balón hacia arriba de Amira, esta salto y empezó a girar como en el primer tanto pero esta vez mas rápido y con mas giros, cuando el balón estuvo en el punto exacto Amira le pego con toda la fuerza que fue capaz; el balón salió despedido con una gran velocidad en línea recta hasta la cabeza del chavo que estaba más próximo a Joan que por la fuerza del impacto lo derribo, el balón reboto aun con fuerza para hacer tambalearse a uno de los chavos que estaban arriba de Aníbal, el otro por reflejo o por que se asusto se quito de encima de Aníbal, Joan aprovecho la confusión para lanzársele al chavo que estaba a su derecha, con la rama como si fuera un bate de beisbol se la rompió en la cabeza, apoyándose en el pie derecho se aventó hacia atrás y con el codo izquierdo le rompió la nariz al tercero que ya se lanzaba hacia esta.
El segundo tipo que estaba arriba de Aníbal se había repuesto del susto y al ver caer a sus compañeros se quiso aventar hacia Joan pero Aníbal que se estaba levantando logro agarrarle el pie y hacerlo trastabillar pero no lo suficiente para tumbarlo, dio dos pasos y se repuso, alzo el brazo para darle un puñetazo en la cara a Joan que estaba volteada. << Diablos >> pensó Aníbal que se le lanzo a las piernas, haciendo que cayera de rodillas.
– Bien hecho Berni – Axel había corrido hacia ellos y de un salto le pego con los pies juntos en la cara.
– Trrrrrrrrrrrrr – El árbitro se acerco corriendo a Axel – ya se te había advertido Axel, nada de peleas.
– Hey, pero si yo no hice nada – reclamo Axel.
– Le pegaste en la cara – grito el árbitro.
– Pero eso fue fuera del campo y el no es ni siquiera jugador.
– Eso no importa, una pelea es una pelea y tú… – el árbitro estaba por mostrarle la tarjeta roja cuando cerca de treinta personas empezaron a rodearlos y un tipo alto, gordo de abundante barba y chamarra negra sin mangas se adelanto hasta ellos, miro al chico que acababa de golpear Axel y después a este.
– ¿Tú lo golpeaste?
– ¿Y que si lo hice? – respondió desafiante Axel.
– Pues resulta que es mi hermanito.
– El empezó, molesto a mis amigas – señalo a Joan y Melis.
– No te pregunte eso – y con una seña de su cabeza los pandilleros empezaron a atacar.
Axel dio un paso largo agachándose para ponerse detrás de uno de ellos, con la palma extendida golpeo la parte baja de la espalda haciendo que se doblara del dolor – Aníbal protege a las chicas, yo me encargo de estas molestias – Axel se agacho y una patada paso rozándole la cabeza, dio media vuelta así agachado, apoyándose en su pierna izquierda salto, le agarro la cabeza y le propino un rodillazo, al caer estaba rodeado por ocho chavos que traían piedras y ramas.
– Perfecto, ahora cualquier mocoso se cree pandillero – empezó a girar sobre si mismo viendo a todos, observándolos, de improvisto dio dos pasos rápidos hacia uno de ellos y de un certero puño con el brazo izquierdo lo dejo fuera de combate, dando un giro en el aire golpe al de su izquierda con el codo derecho, se agacho y le pego en el muslo izquierdo doblándolo y rematándolo con un gancho izquierdo en la cara. Agarro la rama que traía, giro en el piso quitándose varios golpes que iban dirigidos hacia él, arrodillándose le pego en la pierna con la rama al pandillero que estaba más cerca de él y agarrando la rama con su mano izquierda lo remato en la cara. Salto y estuvo a punto de pegarle en la cara al próximo pandillero pero se detuvo a escasos centímetro de su rostro al ver que era una chica.
– Y dime, ¿Qué hace una hermosa niña como tú con estos idiotas? – La chica se ruborizo un poco pero de inmediato se recompuso y dio unos pasos seductores hacia él, lo agarro de los hombros e intento propinarle una patada en sus partes bajas pero Axel doblo las rodillas – vaya, si que eres una niña mala.
– Axel, quieres dejar de ligar y ponerte más serio – le recrimino Aníbal que estaba rodeado por seis chavos, Joan a un lado de ellos y Melis detrás de ellos.
– Lo siento Berni, pero sabes que no me gusta pegarle a una mujer – decía mientras esquivaba los golpes de la chica – y menos si son tan lindas como esta.
– Y yo que pensé que tenias buenos gustos – dijo Amira saltando por arriba de los pandilleros y cayendo a un lado de Axel a tiempo para detener un puño de la chica – lo siento, pero a mí no me importa que seas mujer – le doblo el brazo haciendo que se pegara en la cara y después con la mano izquierda le dio una cachetada en la cara tumbándola al piso.
– Gracias por la ayuda pero no era necesario, tenía todo bajo control – decía Axel mientras se encargaba de otro pandillero.
– Si, lo note – un chico estaba por golpear a Amira con un bate, esta dio un paso hacia él cuando le tiro el golpe y lo detuvo agarrándole la mano, le doblo el pulgar haciéndolo saltar el bate y dando media vuelta le golpeo la nariz con el codo – pero eso fue humillante – se agacho a tiempo para agarrar el bate con su mano derecha antes de que tocara el suelo – en el campo de batalla no existen hombres ni mujeres, somos guerreros vehementes de la victoria – con la punta del bate golpeo a otra chica que había salido a su encuentro en la boca del estomago sacándole el aire.
– Lo sé, pero – Axel apoyándose con su mano izquierda en el suelo dio una patada hacia arriba pegándole en la quijada a otro pandillero – uno no se puede llamar hombre si golpea a una mujer – había girado por completo y apoyándose en el piso salto hacia otro enemigo cayendo sentado en sus hombros y aprovechando  su posición lo golpeaba en la cara.
– Dices puras tonterías para hacerte llamar un guerrero – Amira salto  y le rompió el bate en la cara a un tipo grande y gordo.
– ¡No chicos! – había gritado Axel al ver que su equipo se unía a la pelea.
Roberto alzaba a dos chicos del cuello, uno en cada mano; Álvaro había tumbado a otro, se subió arriba de él y le daba de golpes en la cara; Aldo daba de puntapiés en las espinillas; Edwin se hincaba detrás de ellos y Gil los empujaba, y el resto del equipo peleando cada quien a su manera; al ver como su pandilla era contenida, el grande y gordo Miguel, líder de ellos quiso asestar un golpe anímico que los ayudara, volteo a ver a las chicas, Joan se defendía magisterialmente; Aníbal atacaba lo mejor que podía mientras evitaba que le hicieran daño a Melis, que como no estaba acostumbrada a las peleas se agacho atrás de ellos, cerca de un tambo de metal cubriéndose lo mejor posible con las manos. Al notar eso Miguel aprovecho un momento de descuido de ambos protectores para aventarse sobre Melis, Aníbal había golpeado a su oponente detrás de la rodilla con una patada haciendo que se arrodillara y rematándolo con un puño en la cara, al recomponerse volteo hacia Melis que estaba a dos pasos de él y vio que seguía en su escondite pero un sujeto gordo se dirigía hacia ella, de un rápido reflejo le estiro del brazo, quitándola del peligro pero debido a esto, el quedo en su camino, Miguel enfurecido salto hacia él y con todo el poder de su cuerpo lo aplasto contra el tambo de metal.
– ¡Berni! – Axel se había percatado del ataque hacia su primo y enfurecido se dirigió hacia Miguel, al llegar hasta él se agacho para propinarle un potente golpe en la pierna derecha, enseguida se levanto un poco y de un gancho derecho le pego de lleno en el estomago para finalmente juntando las manos golpearlo en la nuca.
– He… gracias – dijo al levantarse ayudado de Axel – ¿Cómo están los demás? – Al voltear a verlos Melis estaba sentada cubriéndose la cabeza con las manos, delante de ella Joan con un bate de madera roto a la mitad, detrás Amira se paraba acomodándose la gorra, los compañeros de Axel se sacudían juntándose para verse entre ellos, Axel se acerco hasta estos últimos.
– No debieron meterse, podrían expulsar al equipo.
– Bah, no importa – dijo Manuel – no podíamos dejarte abajo, además no creo que el árbitro diga nada – señalo a una persona tendida boca abajo en el suelo, temblando y cubriéndose la cabeza con las manos – y de todos modos, para eso estamos los amigos.
– Gracias – dijo Axel tendiéndole la mano y abrazándolo – gracias a todos. – Se dirigió hacia Aníbal y las chicas – ¿están bien?
– Si – contesto Joan que estaba tranquilizando a Melis – gracias por la ayuda.
– No hay de que, además también molestaban a Berni, así que digamos que fue “un asunto de familia”.
– Si – sonrió Joan – además, creo que también le debemos algo de agradecimiento a ella – Joan señalo a Amira que estaba dialogando con su equipo.
– ¡Pero qué hiciste! – El capitán del equipo le gritaba – sabes que hemos estado luchado para entrar a la liguilla y tú te pones a pelear por nada.
– Pero no veías que estaban atacando a esa chica, se aprovechaban de ella.
– Si, pero ese problemas era de ellos, no de nosotros, además el chico ese Axel, ya estaba ayudándolos y por lo que he escuchado es muy bueno en las peleas, no tenias por que intervenir.
– Pero yo…
– Nada, lo siento – el capitán dio un respiro – la verdad, si salimos sin castigo de esta no sé si te invitaremos de nuevo – dio media vuelta y se dirigió con el resto del equipo. Amira levemente enojada se dirigió por sus cosas, cercas de donde estaban Axel, Aníbal, Joan y Melis que la miraban.
– Gracias por la ayuda – Joan se había acercado a ella, puso una mano en frente de ella a cuarenta y cinco grados e hizo una pequeña reverencia con la cabeza – nos fuiste de mucha ayuda.
– He… si – Amira se le quedo viendo un poco sorprendida pero se recompuso de inmediato con una sonrisa – no fue nada, simplemente no me gusta cuando se meten con una mujer – se colgó su mochila al hombro y se dispuso a irse.
– Espera – Melis se había unido a Joan junto con Aníbal, y Axel un poco más lento – yo… este, nosotros vamos a casa de Aníbal y Axel, pediremos algo de comer, ¿Por qué no nos acompañas?
– No, yo no quiero incomodar, no nos conocemos y…
– Vamos, pero si somos viejos amigos – dijo Axel sonriendo.

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